Son muchas las investigaciones acerca de los beneficios que tiene la presencia de vegetación en nuestro hábitat. Durante la fotosíntesis, las plantas liberan vapor de agua (97% del agua que tomaron) y ayudan así a humidificar el ambiente reduciendo las dificultades respiratorias para quienes están bajo su efecto.
¿Cómo elegir las plantas? El Feng Shui clasifica las plantas evaluando sus cualidades energéticas, y según ellas considera algunas más apropiadas que otras en ciertas situaciones.
Algunas son directamente descartadas, por ejemplo, los bonsai porque representan una energía cuyo crecimiento fue atrofiado y proyecta la idea de limitación. Las flores secas tampoco son favorables porque su "Chi" ya murió.
Las flores y plantas artificiales de tela (no de plástico) son una alternativa viable, pero nunca aportarán la energía plena que emana las plantas naturales, y no hay que ubicarlas en el baño o en los dormitorios.
Las suculentas acumulan agua en sus tallos y activan la energía de la abundancia.
Las suculentas acumulan agua en sus tallos, hojas o raíces. Son resistentes y activan la energía de la abundancia; los cactus pertenecen a este grupo, pero si tienen espinas (Chi agresivo) solo deben usarse en el exterior de la casa, a modo de protección.
Las trepadoras o enredaderas pueden o no necesitar un soporte para crecer. El Feng Shui no descarta el uso de enredaderas en el exterior siempre y cuando no "asfixien" los muros de la casa. Son ideales las que dan flores y que con poda no resulten invasoras.
Las plantas colgantes, como el potus, el lazo de amor, la zebrina péndula, el plectranto (planta del dólar), los geranios, las petunias y lobelias, la hedera helix, entre otras, son bienvenidas siempre y cuando su apariencia no sea lánguida y llovida.
Las de hojas alargadas en punta, como las dracenas, yucas, aralias, pueden ser muy beneficiosas si las colocamos fuera de la casa para desviar la energía hostil proveniente del exterior.