Teatro para chicos... en la era de la PlayStation

Llegaron las vacaciones y las propuestas infantiles se multiplican en la escena local. El testimonio de hacedores mendocinos que apuestan al género y hacen frente a una generación de niños rodeados de tecnología y estímulos.

Teatro para chicos... en la era de la PlayStation

Existe un mundo fuera de la tablet, la televisión, los celulares y videojuegos. Ese universo que brinda lo lúdico, la certeza de crear otra realidad, es a través del juego ingenuo y natural que tienen los niños.

En la era donde la tecnología tapa nuestra cotidianidad y desplaza a los patines, bicicletas, muñecas y pelotas, el teatro y la música, son la resistencia a ese mundo de ensueños e imaginaciones dormidas. Y las vacaciones de invierno se transformaron en un período de vitalidad en materia de espectáculos infantiles.

Este año, un gran puñado de propuestas se reparte en las salas oficiales e independientes, con el pretexto que miles de niños y adultos, pueden disfrutar de espectáculos para toda la familia y hacer de la ficción, un mundo para descubrir.

Ver para creer

A diferencia de otras temporadas, en este receso invernal los espectáculos locales superan a los foráneos en cantidad y calidad. Y aquí se presenta un desafío para los artistas; cómo crear relatos atrapantes para los más pequeños en tiempos de tecnología.

Ernesto Suárez, maestro y un hacedor incansable del género infantil en nuestra escena, estas vacaciones apuesta por iluminar El Taller (la sala que él creo y ahora sostienen los artistas que formó), con “Los Tres Mosqueteros”, una obra que fue un éxito  temporadas atrás y ahora remoza con el elenco El Taller.

“Precisamente esta obra está en contra de la tecnología. Todo lo que se plantea en el escenario es imaginario. Desde las espadas, la utilería, los espacios. A mi me gusta hacer teatro para chicos y para grandes. A los niños no hay que subestimarlos, ellos tienen más imaginación que nosotros. Y ahí está esa convención permanente entre el actor y el público, donde abunda el juego físico, el humor”, apunta el actor quien dirige  esta versión libre de la novela de Alejandro Dumas, que estará desde hoy al sábado 23 de julio, con doble función (a las 16 y 17.30), en la sala de Granaderos 1964.

Con más de cincuenta años de oficio, el maestro de maestros sabe que el juego natural y la organicidad de los actores en el escenario, son las bases para captar la atención de la platea infantil, que descubre y es parte la magia del teatro.

“Siempre digo que el niño es un espectador espontáneo. Si no le gusta lo que está viendo se va, se levanta de la butaca y le pide algo a sus padres. Me ha pasado todo lo contrario en cada obra que hicimos. Ver los chicos con la boca abierta, sorprendidos, participando de la obra. El niño es el mejor juez, con su silencio, con su risa. Se mete en esa convención de los actores. Por eso el actor tiene que jugar como un niño, con esa simpleza. Ahí está el sí imaginario de los actores”.

Si de ilusión y magia hablamos, un clásico de la literatura universal son los cuentos de "Las mil y una noches". Siglos de permanencia y relectura, ideal para llevarlos al teatro. Con la premisa de dar un mensaje, revalorizando esos personajes, la actriz Jorgelina Flores adaptó tres cuentos del libro en "Las Mil Noches y Una Noche", la puesta que estrena el próximo jueves 14 de julio, a las 16 y 18, en el Teatro Selectro (descuento 2x1 con Los Andes Pass).

“Hace tiempo venía pensando la idea y concluye en esta idea del poder de la palabra. Por eso, escribí la dramaturgia de esta obra, basándome en tres cuentos; “Aladino”, “Alí Babá” y “Simbad”. Cada personaje representa un elemento de la tierra y tiene su propio mensaje. Me enfoqué en el contenido del mensaje y apelé a la aventura, desde personajes próximos a nuestra realidad. Y la imagen ayuda a la espectacularidad de la historia”, detalla la actriz y directora quien trae al presente historias clásicas, remozadas a los tiempos que vivimos.

En esto de captar la atención, la combinación de disciplinas con un texto profundo son el plus al que apunta la actriz. La danza, el teatro, la acrobacia y el trabajo multimedial se conjugan sobre el escenario de la mano de un elenco notable con Silvia del Castillo, Guillermo Olarte, Ernesto Latino Saa, entre otros.

“Los chicos tienen un acceso al consumo, la tecnología y la información, que los limita en el pensamiento. Tienen poco poder de reflexión y están presos de esas herramientas. Pero los artistas que trabajamos en el entretenimiento tenemos que estar atentos a las necesidades del otro. El público infantil cambió, es más interactivo y demanda otros códigos. Se involucran más y son participativos. Por eso nosotros debemos dar vuelta la página y encontrar la manera de satisfacer ese vínculo”.

Martín Montero, actor y director teatral, es uno de los gestores que hace más de una década apuesta por el teatro infantil y esta temporada vuelve con su premiado montaje “Y no se olviden de Toto”. La adaptación del Mago de Oz, a cargo del elenco Haravicus Teatro, conjuga lo lúdico, la música y la simpleza de un relato universal, ambientado en nuestro entorno.

El montaje protagonizado por  Priscila Bueno, Neftali Villalba, Kevin Viñals, Lucas Nasrala y Martín Montero se presentará el martes 12, en el Teatro Imperial (promoción 2x1 con Los Andes Pass) y del miércoles 13 al domingo 17, a las 16, en el Teatro Cajamarca de Ciudad.

“La estrenamos en 2003 y goza de plena vigencia. Del texto original hicimos una relectura, pero no modificamos demasiado en el contenido. La dinámica es un lenguaje universal, un clásico que no pierde vigencia. Curiosamente las reacciones del público son las mismas después de 13 años. Gente que la vio antes, vuelve a verla y las reacciones son las mismas”, afirma el actor y director sobre esta obra basada en uno de las novelas infantiles más famosas, que en su adaptación local llevada al teatro guarda un espacio de reflexión y de identificación.

Y el tiempo pasa y las dinámicas para escribir y montar un relato para los más pequeños muta, de acuerdo a las necesidades del público.

A lo que Montero reflexiona: “Han cambiado las formas de encarar un trabajo. Ya no se habla más de teatro infantil si no de teatro para chicos, pensado en un público en general, sin subestimarlo y dejando un lenguaje infantilizado. El lenguaje del teatro es un lenguaje vivo, donde apelamos a la capacidad del actor para crear ese mundo imaginario. Yo soy parte de una generación X que descubrió los video juegos. Pero a pesar de la tecnología, los chicos tanto como nosotros se emocionan con los clásicos. Creo que debemos incentivar a que no pierdan esa creatividad”.

Música y canciones para despertar la imaginación

El teatro musical goza de un momento de expansión en la escena mendocina. Desde hace varias temporadas, los musicales forman parte de las grillas y cada vez son más explorados por los artistas locales.

Quien vuelve a indagar en el género es Adrián Sorrentino. El actor y cantante se sumerge en el mundo de los superhéroes en “La liga Maravillosa”, bajo la dirección y dramaturgia de Jorgelina Jenon, propuesta que estrena hoy en el Teatro Tajamar hasta el domingo 23 de julio, a las 17.

“Hace tiempo que no abordaba el género desde la actuación y ahora le saco el jugo. Me costó mucho no caer en lo banal en mi personaje. Acá tenés que cautivar a una audiencia con una franja etárea, donde la gran competencia es la tecnología. Pero al ver un espectáculo en vivo, los niños entran en esa magia, en este caso de creernos superhéroes y que existen”, comenta Sorrentino quien tendrá su lugar para el canto y el tap, con su personaje, un niño que se convirtió en adulto.

En esta Ciudad Maravillosa algo no anda bien. Los niños se están convirtiendo en grandes sin permiso. Al parecer unas villanas especiales las hermanas BonSay son las culpables de tan siniestro plan. Lo que nadie sabe es que cinco superhéroes están preparados para rescatar a todos los niños y hacer que vuelvan a la normalidad.

El ingenio, la innovación y una historia divertida, son parte de la clave para revitalizar el género.

“Mendoza históricamente siempre tuvo teatro infantil y estos últimos años se instaló la temporada de invierno. Creo que el secreto está en no quedarse en las típicas convenciones y adornarlas. La literatura infantil cambió, el cine y hasta la forma de hablar es diferente. Los chicos vienen con mucha información y no podemos subestimarlos, volviendo a las ideas románticas”.

La joven actriz Claudia Racconto es parte del elenco de “La Liga Maravillosa” y también protagoniza “La Bella Durmiente, el musical”, adaptación del clásico que tiene programados cinco funciones en el Teatro Selectro y Teatro La Compañía.

“El teatro musical es un género complejo, porque requiere de lo técnico y disciplina de los artistas. Y la música ayuda muchísimo para captar la atención de los chicos. El género tiene otras herramientas para contar una historia”, sintetiza la actriz, que al igual que el año pasado en “El Guardián de los libros”,  se aventuró a escribir las letras de las canciones originales de una de las obras y además interpretará a las villanas de las historias.

El desafío permanente es crecer y buscar alternativas, que rompan con las estructuras, sin perder lo esencial, la diversión y reflexión.

“Este año quisimos romper un poco los moldes del musical y jugamos con pequeños videoclips que rompen cada escena y lo hacen más dinámico. Como artistas tenemos que estar aggiornándonos a los tiempos que corren y estar despiertos para notar lo que ven y les gusta a los chicos. Hoy, ellos tienen otra forma de percepción y nuevos estímulos... Y no podemos quedarnos atrás”.

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