“Pachacuti”, para celebrar el Solsticio
Como cada año, el Independencia se convierte en casa de una celebración que da cuenta de la hibridez de nuestra cultura a partir de la música. Es que se presentará el espectáculo integral en conmemoración del solsticio de invierno como inicio del nuevo ciclo en el hemisferio sur.
Esta es la edición número 17 de este festejo que, para mañana y el domingo tiene planeado un show especial: Pachacuti.
Se trata de un cruce de disciplinas artísticas que congrega a nombres notables de nuestra escena, bajo la dirección y puesta en escena de Gabriela Psenda. La idea original del espectáculo es de Valdo Delgado.
Pachacuti (Volver a la tierra) significa la transformación del todo, un proceso profundo de cambio. Esto se refiere a un nuevo momento de ordenamiento, reflexión y reorientación. Es un cambio en nuestro actuar, pensar y convivir, entre los seres humanos, los animales y toda la vida del planeta y el cosmos. Es un momento que se caracteriza por el cambio, revolución espiritual, social, cultural, político y ambiental, que afecta a todo el cosmos y nos involucra a todos los seres en todos los aspectos.
A lo largo de estos 17 años, en este evento artístico han participado personalidades del arte como Liliana Bodoc, Luisa Calcumil, Máximo Arias, Gladis Ravalle, Mariú Carrera, Daniel Ciancio, Fausto Marañón, Osvaldo Chiavazza; entre más.
En esta ocasión, y con la dramaturgia de Valeria Portillo, los artistas que subirán a escena son: Débora Candito, Cristian Máximo Bucci, Laura Masuti, Giuliana Mattiazzo, Eugenia Videla, Mariela Svachca, Verónica Flores, Gabriela Contreras Salinas, Sebastián Héctor Becette y Pedro Contreras. En tanto que la astrónoma Beatriz García se ha sumado aportando su conocimiento para la realización del show.
Los músicos que harán tronar de fiesta el teatro son María Eugenia Moreno, Quique Öesch, Sebastián Alcaraz, Raúl Rivero, Cristina Pérez, Willy Fabre, Carlos Coco Best, Federico Schluter, Ernesto Pérez Mata, Dalmiro García y Colectivo de Bandas de Sikuris de Mendoza.
Anabel Molina: el deseo de ser canción
Coincidiendo con el Año Nuevo del Sur, el gran evento toma otra tonalidad: se mezcla con los colores y sonidos locales, envolviéndose en canciones de su tierra querida.
Anabel Molina expresa su voz en un show dividido en dos: una parte para su suelo y su paisaje; y otra para la mujer que sale de su esencia. Esta noche se subirá a la sala mayor de la provincia para entregar una obra cargada de estímulos artísticos.
"Soy canción" recorrerá el camino por las composiciones de la autora proveniente de Palmira, departamento de San Martín. Un sueño desde chica, Anabel se acercó al canto antes de cumplir los diez años, en una familia más afín al deporte. Su deseo nunca la dejó quieta y hoy por fin puede dejar fluir su voz en el Independencia, donde estará acompañada por más de cuarenta artistas de diversos lenguajes expresivos.
"En el 2015, fui seleccionada por el Cirque du Soleil para hacer un curso que no fue solo de canto, sino que fue toda una revolución artística. Me abrió la cabeza para realizar un espectáculo mucho más grande, que no fuese solo sonoro y que pueda traer distintas formas de captar la atención del público", recuerda Anabel, antes de grabar en el Auditorio Calle (para el show de "Íntimos" de Los Andes) y mientras espera con ansias el día de su presentación.
Con más de veinte años en el estudio y difusión de la música y cultura latinoamericana, a la cantora la acompaña un talentoso grupo: Emmanuel Díaz (piano), Juanjo Martínez (bajo), Eduardo Guidolin (guitarra), Lucas Palleres (guitarra) y Mauricio Vicente (batería). Pero lo espectacular en esta ocasión será todo el equipo de artistas que tendrá trabajando a su par.
Visuales, expresiones corporales e instrumentistas invitados: varios proyectos de distintos artistas estarán presentes en ambas divisiones conceptuales que definen al espectáculo. Las proyecciones estarán a cargo de Tere Lavarello y las acrobacias aéreas, serán tarea de Pamela Hübbe. "Soy canción" se conjugará con el teatro de máscaras de Viva La Revuelta Teatro, elenco dirigido por Federico Ortega, y con las voces del Coro Cantapueblo. Además, participarán varios músicos y músicas, invitados e invitadas: Emanuel Grattón (percusión), Yasmín González (voz), Miriam Mendoza (voz y violonchelo) y Gabriela Vargas (charango).
La canción, base y sintonía
Dos cimientos sientan las bases del trabajo que hizo Anabel en diciembre del año pasado, cuando se abrieron las inscripciones a la agenda del teatro Independencia. "La primera parte es más folclórica, habla de los paisajes y de otras realidades. Hay una canción al camino al Ñacuñán, sobre la partida del ferrocarril y el pueblo fantasma; otra habla del retamo, del aguaribay: cosas autóctonas y paisajísticas", describe Anabel.
Y continúa, emocionada, con la segunda parte con que se completa el show: "tiene que ver más conmigo y con la revolución de la mujer. Tiene que ver con esta niña, madre, mujer y bruja, todo a la vez, que yo soy. Con la necesidad de perder los miedos. Quería animarme a contar todo esto. Esta expectativa de poder decirlo me abrió todo un mundo de posibilidades".
El espectáculo se basa, según explica su autora, en la influencia de estímulos y la inmediatez que éstos provocan. No se limitó al terreno conocido que es la música sino que se animó a investigar sobre el arte escénico, las luces, la calidad del mismo sonido, etc. Además, se dará el gran gusto de grabar su presentación en vivo, intentando registrar también el feedback con el público que la acompaña.
"La música me pasa por un lugar muy enérgico, me tomo a conciencia el mensaje que estoy dando. Hablo desde un lugar de certeza y de verdad interna que me ha tocado en la vida". Como ha vivido cosas hermosas en la música y tiene el deseo y privilegio de poder contarlas, Anabel siente la responsabilidad de hacerse cargo de lo malo, y rescata la valentía que le ha dado el feminismo y sus compañeras mujeres para poder hacerlo: "Siempre he elegido contar lo lindo, pero ahora me estoy animando. Todo el movimiento feminista me ha hecho mucho ruido interno y había cosas de las que no podía hablar. Es fuerte el hecho de asumir lo que me ha pasado, pero de ahí puedo construirme, porque me trajo hasta acá. Es necesario reconocerse", concluye.