Ese trinomio futbolístico González-Medina-Abelairas, clave en la levantada de Independiente, tenía embarrados los pies. Aunque el lodo parecía haber enturbiado también las ideas y allí estaba lo más preocupante para el equipo de Astudillo. No había conexión entre ellos y mucho menos podía anhelarse vínculo alguno con los tres atacantes, que recibían de espaldas, a kilómetros uno de otro.
Esto provocaba, además, que el equipo se hiciera largo: sin juego en el medio, los defensores se repetían en pelotazos. Momento de crisis. Nobleza obliga, hay que destacar que había una gran presión alta de la visita que ponía mucha gente en campo adversario. Brown le generaba un descalabro en el fondo al local y Chávez se hacía un festín.
La segunda jugada tampoco era del Azul lo que terminaba de dar forma a un escenario casi tétrico. El Gurú Astudillo ya había presagiado en la semana previa que esto podía pasar. “Cada partido es una historia diferente y nosotros tenemos que sumar”, avisaba el entrenador. Y sí, el punto no era malo si se tenía en cuenta ese primer tiempo tan pobre.
Pero cuando se moría la etapa inicial, los de Adrogué se metían al bolsillo lo que ya largamente merecían. Increíblemente un pelotazo frontal de más de treinta metros sorprende mal parada a la defensa de Independiente, Sproat la peina en la medialuna y por atrás suyo apareció Chávez, quien ponía el 1-0.
Nadie podía reprochar demasiado porque la visita había evidenciado mejores credenciales futbolísticas. Los cambios en la segunda parte fueron puesto por puesto, no se rompía el dibujo. Hasta que a 10’ del final entra Reinoso y con la estrategia ‘a la carga barraca’ se logró un empate con sabor agridulce. Es que a la idea quedó un poco de barro.
Martín astudillo , DT Independiente: "El punto es bastante meritorio"
“Sabíamos que iba a ser un rival duro por la presión que ejercía y los hombres que tenía arriba. El primer tiempo tuvo un trámite muy favorable para ellos, se nos hizo muy largo el camino a su arco. Después del penal, el punto es bastante meritorio. Nos presionaron arriba nos dejaron cuatro hombres, no podíamos tener circulación de balón con los volantes y no podíamos salir; nos generaron varias situaciones de gol”, dijo.
“Mientras mejor jugás, más chances de ganar tenés. Pero en un partido en el que el rival te doblega, vale el sacrificio. Sobre el final quedamos expuestos; era una ruleta: les tocaba a ellos o nos tocaba a nosotros”, cerró.