Fiel a su estilo, a sus sentimientos, Maradona quedó destruido anímicamente tras caer en el clásico con Estudiantes de la Plata por 1-0 en el Bosque.
Maradona se mostró sin consuelo en los pasillos de los vestuarios del estadio del Lobo. No tenía consuelo. Los hinchas del Lobo, una vez más, se rindieron a sus pies, y lo alentaron en todo momento.
"Vamos Diego, no aflojes Diego, no bajés lo brazos, no es tu culpa. Te amamos Diego, te amamos!", fue grito que se escuchó desde afuera de la zona de camarines.