Te acompaño en el sentimiento

Te acompaño en el sentimiento
Te acompaño en el sentimiento

El hombre ya tiene 50 años y como muchos de su edad, siempre tuvo la certeza de que había un paralelismo entre su vida y ciertas canciones de Gustavo Cerati. Recordaba, por ejemplo que el tema "Nada personal" había sido el primero que puso el disc jockey en su fiesta de egresados, en 1985. "No siento nada, nada personal…".

Dos años más tarde, en el '87, se enamoró alocadamente de una chica de la que se tuvo que separar involuntariamente. La banda de sonido de aquel amor no era otra que "Prófugos", de Soda, "…no seas tan cruel…".

Cuando comenzó a transitar por su vida adulta, alternada con algo de agitación, el hombre fue padre. Justo cuando Cerati compuso la canción "Lisa". "Lisa tiene un amor de ultramar…". "Gustavo escribe por mí", pensaba. La vida del hombre transcurrió a la par de las canciones de ese músico que parecía hablarle a él.  En su porción más dislocada, cantaba con fuerzas "Paseo inmoral";  "…estoy detrás del corazón, moviéndolo lentamente".

En una nueva oportunidad que el amor le brindó y que el  hombre tiene para sí que dejó escapar, le vino a la cabeza "Río Babel", cuando cantaba "…uno toma otro barco aunque no quiera hacerlo"

Ya en el medio de la mediana edad, el hombre comenzó a estabilizarse en lo emocional. Y estaba seguro de  que a Cerati le pasaba algo parecido. El hombre se encantaba con "Cosas imposibles", "voy a hacer que mis cenizas vuelvan al papel…".

Cuando vino el ACV de Gustavo, en 2010, después del disco "Fuerza Natural", el hombre coincidió en que ambos comenzaban a transitar ese remanso llamado madurez, una edad difícil, "la horriblemente joven edad de 50 años", como dice un escritor. Por entonces cantaba: "nada me importa más que hacer el recorrido…", de la canción "Magia".

En los cuatro años que duró el sueño de Gustavo, el hombre dejó a vivir sensaciones recordables; quizás a la espera de que Cerati despertara y volviera a acompañarle.

Pero el jueves Cerati falleció. Y el hombre cayó en lo que le queda de vida deberá hacerlo sin las nuevas canciones de su lector de sensaciones. "¿De ahora en más mis recuerdos no tendrán música?", se preguntó. Cuando supo que ya no habrá nuevas melodías que le traduzcan con esa elegancia y potencia su paso por la vida. Se enteró, el hombre, que había quedado silenciosamente solo.

Nuestras almas al flotar...

En mayo de 2010 luego de un concierto en Caracas, Cerati sufrió una isquemia cerebral que motivó su internación y que se agravó un día después con un accidente cerebrovascular. Luego de permanecer internado durante un par de semanas en Venezuela, Cerati fue traslado hasta Buenos Aires y alojado en el Instituto Fleni.

Y fue allí donde se le realizaron exámenes más exhaustivos que arrojaron un resultado devastador: había sufrido un extenso daño cerebral y desde su internación solo registro pequeños avances. Tras 4 años “durmiendo”, “el león dejó de pelear”, como escribió su amigo Zeta en las redes. La familia dio el comunicado oficial de su muerte, ante una ola de rumores. Desde el 4 de setiembre, es inmortal.

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