Sumar la mayor cantidad de puntos estaba por encima de la victoria antes de encarar una fecha clave en función de seguir con chances de luchar por el “1”. Achicar la brecha de 36 puntos con Nicolás Cotignola, el líder del Play Off, era la misión de Julián Santero. Sin embargo, los resultados previos a la final lo fueron metiendo en la pelea por el éxito.
Amagó con quedarse con la pole en la clasificación inicial y al día siguiente se despachó con un tiempo sorprendente para obtener su primera pole en la categoría. Dos horas después la cambió por triunfo en la primera serie de manera aplastante, con amplio dominio a bordo del Chevrolet motorizado por Fabián Martínez.
Cinco puntos al bolsillo que se sumaron a los dos de aquella vuelta rápida para acortar diferencias en el torneo. Haber ganado la batería más veloz le valió partir del mejor cajón. Así, el triunfo que no era prioridad en los papeles previos, se hizo agua a la boca. Más sabiendo que Cotignola largaba atrás, lejos de poder pelear por el mejor lugar.
Alan Ruggiero, que por apenas una décima no pudo ser poleman, largaba junto al campeón de TC Mouras por su éxito en la segunda serie. La batalla entre el Chivo y el óvalo ya estaba planteada en Trelew.
De entrada, el piloto del Azul Sport Team no se la hizo fácil al mendocino. Entre la primera y la segunda curvas intentó derrotarlo pero Santero se aferró a la cuerda y aguantó. El primer sofocón había pasado, pero se sintió.
En la cuarta vuelta, el “Forcito” avisó nuevamente. Nuestro representante pisó la parte sucia -a causa del viento y la tierra que hicieron su presencia- y casi pierde la punta.
El ingresó del auto de seguridad, para retirar a la Dodge de Juan Manuel Papparella, enfrió la caliente pelea por el liderazgo. Pero, tras la reanudación en el séptimo giro, volvió a tomar temperatura y llegó el cambio: Ruggiero aceleró mejor y superó a Santero antes de llegar al frenaje de la primera curva del Mar y Valle.
Escapados, empezaron a jugar con los relojes intercambiando los récords de vuelta.
En pos de recuperar lo que era suyo, el ex monarca de Fórmula Renault se tiró con todo en la 17ª vuelta: negociando la amplia “ese” del circuito chubutense, Julián fue por adentro, Ruggiero estiró la frenada y se vio superado en una fantástica maniobra. El joven del Dole Racing volvía arriba.
A falta de tres giros para el cierre llegó el primer golpe de escena. La cubierta trasera izquierda del Torino de Cotignola se destruyó y debió ingresar a boxes para sustituirla cuando marchaba sexto. La fortuna se asoció con Santero.
Aunque, lejos de conformarse con arribar como escolta, Ruggiero volvió a la caza del líder y así llegó una última vuelta para el infarto. Apretó tanto que Santero, sin cuidar la cuerda, dejó abierta la puerta de la curva posterior a la recta opuesta y el porteño se zambulló para quedar primero a pocos metros de la ajedrezada.
Fue negocio, es cierto. Pero quedó una rara sensación. Ahora tiene 15 puntos menos que Cotignola para la definición. Sigue intacta la ilusión. Está firme y eso vale mucho.
Julián Santero: "Salir primero o segundo daba igual; era negocio"
Su tercer triunfo en la telonera del TC estuvo cerca. No pudo ser porque, según el mendocino, “traía un poco de ruido en el motor y me cambió la mentalidad al 100% cuando Cotignola se quedó faltando poco. Entonces empecé a cuidarme porque salir primero o segundo daba igual; era negocio en función del torneo”.
Sobre la competencia, nuestro crédito dijo que “fue una linda final, muy exigente en lo físico. Salió entretenida ya que al principio estuve adelante de Ruggiero y luego yo detrás de él. Corrimos a fondo durante todos los giros”.
Más adelante, expresó: "Felicito a Alan. Es merecedor del triunfo; hicimos lindas maniobras. Debo seguir aprendiendo, de eso se trata".
En cuanto al torneo, Julián indicó que "ahora desconté bastante en el torneo y defino en La Plata, un circuito que conozco mucho junto al equipo. Sueño con ser campeón y regalar un título más a la hinchada de Chevrolet".
