Apple es la empresa más grande del mundo en la actualidad pero eso no la exime de caer como un gigante si su imagen de fiel innovadora y amiga de la simpleza se va por la borda, sobre todo con las generaciones más jóvenes.
Durante la última conferencia de desarrollo ofrecida por la empresa (la WWDC que se celebra cada año) se presentó entre otras novedades un nuevo servicio de streaming, bautizado Apple Music. Este nuevo producto de suscripción funciona al igual que Spotify, pero en lugar de ofrecer una edición gratis con publicidad la empresa de la manzana sólo da a los usuarios 3 meses de prueba sin cargo y luego la elección de comprarlo o no.
El revuelo se armó cuando distintos pequeños artistas reclamaron ante una irregularidad: Apple no pagaría regalías a los autores, directores, productores y músicos involucrados en la creación del contenido. Esto sería sólo mientras la empresa facilitase al usuario sus 90 días gratis, luego de este período los costos de licencias serían abonados con regularidad.
Taylor Swift, la joven fenómeno de la música pop con más de 9 millones de copias vendidas de su último disco, 1989, disparó contra la compañía: “No te pedimos iPhones gratis. Por favor no nos pidas que te demos nuestra música sin cargo”.
La empresa escuchó. ¿Qué respondieron?
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