Mario Fiore - Corresponsalía Buenos Aires
Si la visita de hoy al Congreso del ministro de Energía, Juan José Aranguren, se convierte en una guerra discursiva entre el macrismo y el kirchnerismo, tal como todo indica que pasará, será interesante contabilizar si la palabra “corrupción” es más mencionada que la palabra “tarifazo” al final de la jornada, o si es al revés.
Los diputados oficialistas recibieron de la Casa Rosada la orden de “blindar” al ministro más cuestionado de la gestión macrista. Por ello decidieron orquestar hoy varios movimientos para que el ministro pueda salir airoso del informe que dará desde las 14 a un plenario de cuatro comisiones (Presupuesto, Energía, Obras Públicas y Consumidores), instancia que la oposición kirchnerista quiere transformar en una interpelación.
Los diputados de Cambiemos tienen previsto llegar a la amplia sala del Anexo C de la Cámara Baja con carteles alusivos a la “herencia recibida” de parte del kirchnerismo en materia energética y, una vez que los micrófonos se enciendan, hacer denuncias sobre inversiones fallidas, negocios oscuros y dilapidación de recursos a fin de arremeter contra Julio De Vido, el ex ministro K de la “década ganada”, quien como es titular de la comisión de Energía tendrá un sillón reservado al lado del que ocupará Aranguren (aunque no está claro si asistirá al cónclave).
Desde la Oficina Anticorrupción (OA) que lidera la macrista Laura Alonso se dejó saber que se denunciará a De Vido por varias causas, desde subsidios irregulares a la empresa Más Energía (de Neuquén) hasta obras energéticas pagadas pero jamás ejecutadas en algunas provincias del Norte. De ahí que la palabra “corrupción” tendrá amplio protagonismo en el discurso del oficialismo.
El ministro Aranguren, en tanto, prometió “sacarle la careta” al kirchnerismo desnudando las inconsistencias del laberinto de subsidios que llevaron al colapso del sistema energético. La última filmina que tiene preparada es una relativa a la tarifa social, con la que buscará demostrar que durante la larga década K fueron los sectores de menores ingresos los que subsidiaron a los más ricos.
Ante esta estrategia oficialista, el fin de semana De Vido decidió salir con un contraataque. “El martes no está en juego ninguna ‘herencia recibida’ sino el escandaloso tarifazo del gobierno de Macri”, escribió en Twitter. En otro tuit, sostuvo: “La voluntad de la Cámara es interpelarlo a Aranguren por todos los escándalos que protagonizó en estos 8 meses y no a la década ganada”.
Pero De Vido también tiene previsto meter el dedo en la corrupción y lo avisó por Twitter: “Aranguren tendrá que explicar la escandalosa importación de gas de Chile y el negociado de Metanex, denunciado por la diputada (Graciela) Camaño”.
El diputado K se refirió así a una denuncia que el miércoles, en la fallida sesión especial sobre el tarifazo, realizó la jefa del bloque del Frente Renovador (FR). La dirigente peronista sostuvo que Aranguren, quien conserva acciones en Shell, favoreció a dicha empresa otorgándole negocios indirectos cuando ordenó importar gas de Chile.
Aunque Camaño tiene decidido cuestionar éticamente a Aranguren hoy, el massismo y el resto del peronismo no K quieren sacar provecho de la visita del ministro al Congreso, por lo cual intentarán que la puja entre macristas y kirchneristas no termine desvirtuando el motivo de la convocatoria, que es obtener información sobre el aumento de tarifas y la crisis energética.
“Yo le voy a hacer preguntas técnicas muy concretas, no quiero entrar en un juego sin sentido”, avisó Marcos Lavagna, diputado massista. En la bancada referenciada en Diego Bossio, llamada “Bloque Justicialista”, también irán con la misma idea: preguntar técnicamente e intentar desnudar las inconsistencias que rodean al tarifazo.