Tareas escolares en el hogar: cómo cambió la convivencia familiar de los mendocinos

Mamás y papás cuentan cómo se han adaptado ellos y sus hijos para desarrollar la escuela en casa. La opinión de una psicopedagoga.

Tareas escolares en el hogar: cómo cambió la convivencia familiar de los mendocinos
Tareas escolares en el hogar: cómo cambió la convivencia familiar de los mendocinos

Desde que los niños, niñas y adolescentes están, por el decreto de aislamiento, realizando las tareas escolares desde sus casas, las dinámicas familiares han cambiando significativamente. Entre los adultos a cargo consultados, todos coinciden en señalar en que de alguna u otra manera la convivencia familiar se ha visto afectada con esta nueva manera de transitar la escuela en casa.


Catalina (6) y su hermano Benjamín (9) haciendo juntos la tarea, | Gentileza.
Catalina (6) y su hermano Benjamín (9) haciendo juntos la tarea, | Gentileza.

No necesariamente en un sentido negativo, pero sí en la mayoría de los casos los papás y mamás cuentan que es un desafío diario esta adaptación. Es que para los adultos, el nuevo formato no sólo implica ayudar con la tarea de sus hijos. También, en muchas ocasiones, deben sumarle el tiempo que necesitan para dedicarle a sus propios trabajos, a los quehaceres domésticos y, con la necesidad de relajar, a las salidas recreativas.

La tecnología, una ventaja

Para Carlos y Eduardo el hecho de que sus tres hijos estén tomando clases desde casa ha sido muy bueno para toda la familia. "Al principio nos costó a todos creo, a los mendocinos nos cuestan los cambios. Pero nos pudimos adaptar. Para mi fue más positivo que negativo porque he podido conectarme más con los chicos ya que antes no tenía tanto tiempo. Ahora, al trabajar medio día, puedo compartir más y ellos están re contentos de que estemos en la casa", contó Charly.

Junto a su esposo, ellos tienen tres hijos: Ángel (6), Marco (8) y Érica (10). Los papás cuentan que si bien los niños extrañan la escuela, principalmente a sus compañeritos, también se han acostumbrados muy bien al uso de plataformas digitales y dinámicas en línea. "Hemos podido desarrollar re bien todo, los profes han estado muy presentes, les dan mucho apoyo. Antes de todo esto nos planteábamos si la tecnología era buena y en esta ocasión ha sido excelente, pero obvio que a quienes no tienen Wi-Fi y demás si les cuesta más", opinó el papá que tiene una pastelería en su casa.

Una más atención que otro

En el caso de Mariana, que tiene tres hijos pero sólo dos en edad escolar, ha sido complejo adaptarse a la nueva realidad. Su hijo Benjamín, de 9 años, ya casi que aprendió a hacer todo sólo e incluso se conecta sin ayuda de ella a las tres reuniones virtuales que tiene por semana. En cambio, su hija Catalina, de 6, sí requiere más atención porque al no saber todavía leer ni escribir, inevitablemente requiere de su mamá para conocer las consignas de la seño.

“Con mi niña me cuesta más porque es más chica. Está en primer grado y hay que estar para ayudarla. Al principio no teníamos impresora y yo le tenía que dibujar las cosas. Ahora tenemos pero me tengo que sentar con ella para dictarle y leerle. Además tengo un bebé de meses. Mi marido está en casa pero trabaja y también está con el bebé. Yo al principio no tenía que trabajar pero ahora sí así que realmente no tengo tiempo, se me complica bastante”, se explayó Mariana.

Dispositivos tecnológicos, un problema

Alejandra tiene dos hijas en el secundario, de 13 y 15 años. Así es que si bien mayormente ellas se arreglan solas, lo cual es una tranquilidad para su mamá ya que "son muy comprometidas con sus tareas", el problema se presenta cuando deben organizarse con el uso de la única computadora que hay para las tres en la casa.

“Eso sí ha sido un tema porque yo necesito la computadora y tengo que trabajar en el mismo horario que ellas deberían hacer las tareas. Cuando tienen auto-evaluación lo hacen con sus celulares pero la más chica, por ejemplo, su celu no le permite hacer ciertas cosas y le he tenido que dar el mío, que también lo uso para trabajar”, comentó Alejandra.

Mariana también aporta su experiencia en este sentido. “No tenemos computadoras para los cuatro miembros de la familia que necesitamos. Así que nos fuimos adaptando entre tareas y trabajo. Eduardo arregló una vieja que teníamos pero no sirve para todo”, relató la mamá, agregando que además que hay sacarles fotos y hacer videos de todo, así que las memorias de los teléfonos no siempre dan abasto.

La visión psicopedagógica

Qué mejor que una licenciada en psicopedagógica para dar su visión de esta nueva modalidad educativa a la que se ha tenido que amoldar todo el mundo. Leticia Rodríguez, además de tener esa especialidad, es mamá y profesora. Para ella, es importante dividir el análisis en dos: por un lado, el abordaje desde el lugar de los progenitores y, por otro, el de los docentes.

"En cuanto a los padres me parece fundamental aprovechar este tiempo precioso para reencontrarnos con nuestros hijos, ya que en la rutina muchas veces perdemos el hecho de observarlos, respetando sus tiempos. Que no haya apuro, fusionar entre actividades de la escuela y compartir en familia. La casa es el primer lugar de descubrimiento y aprendizaje", remarcó Rodríguez.

Asimismo, la psicopedagoga recomendó que los niños vayan anotando en una libretita qué les gustaría investigar y, con eso, "transformar la casa en un taller científico". También, perder el miedo a los momentos de aburrimiento por es allí en donde pueden surgir ideas creativas que se convierten en oportunidades.

Otra sugerencia que deja es intentar "bajar el nivel de ansiedad, por más que las exigencias de la escuela sean altas. Así ayudo a que el niño aprenda también a gestionar su emoción y eso colabora mucho con la salud de la familia".

Por último, la profesional destacó que es importante que los docentes recuerden que los padres y madres no son maestros si no auxiliares de ellos. “Deben enviar instrucciones claras, concisas, dando diferentes opciones. Eso brinda seguridad a los adultos a cargo. Tienen que ser tareas breves y muy significativas”, concluyó Rodríguez.

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