PLANTAR Y TRASPLANTAR
El otoño es una época muy buena para trasplantar porque la tierra tiene suficiente humedad que suelen aportar las lluvias, que en nuestra provincia, continúan cayendo hasta finales de marzo. La tierra aún está caliente del verano de modo que las plantas tienen todavía tiempo por delante para aclimatarse a su nueva ubicación y formar nuevas raíces.
En otoño también se pueden plantar nuevos ejemplares con la conciencia tranquila. Será la última oportunidad de poner algo de color en el jardín antes del invierno. Para las rosas, por ejemplo, el otoño - antes de la primera helada del suelo - es el momento de plantación ideal.
SI QUERÉS FLORES EN PRIMAVERA ATENDÉ LOS BULBOS
Los bulbos también se pueden plantar en otoño, para que sus flores germinen de la tierra en el momento justo, en primavera, y deleiten con su derroche de color. Es esencial acertar con la ubicación de los bulbos de la primavera para que puedan prosperar y florecer. A la mayoría de ellos les gusta la tierra fresca y húmeda en primavera, pero en verano, durante su período durmiente, la tierra puede estar seca y porosa. Conviene plantar los bulbos en la tierra a una profundidad de dos o tres veces su altura, colocá, a continuación los bulbos en la tierra con su punta mirando hacia arriba, cubrilos con tierra y empujá hacia abajo.
EL CÉSPED
En invierno, la humedad, las bajas temperaturas y la debilidad del sol afectan al césped. Por eso, necesita mimos y cuidados antes de que empiece la estación fría. Las hojas caídas en otoño deben ser retiradas de forma regular. Las hojas que se dejen sobre el césped lo privarán de luz y favorecerán la formación de manchas secas y parduscas y la aparición de musgo. Cartalo por última vez más o menos a principios de mayo.
Asegurate de no dejarlo con menos de 5 cm, pues el césped más largo puede aprovechar mejor una menor cantidad de luz solar. Conseguirá así una mejor resistencia contra malas hierbas y musgo.
También se recomienda utilizar un fertilizante de otoño que suelen tener un bajo contenido en nitrógeno y un alto nivel de potasio. La mayor cantidad de potasio refuerza el césped y aumenta su resistencia a las heladas. No conviene utilizar los fertilizantes de césped tradicionales en otoño, pues contienen gran cantidad de nitrógeno y hacen que el césped crezca más rápido, lo que a su vez lo hace más sensible a las heladas.
CORTAR ARBUSTOS Y MATAS
Cuando los arbustos amarillean, sus troncos se doblan hacia el suelo o empiezan a granar: ha llegado el momento de recortarlos. Esto es porque las plantas están devolviendo la savia a sus raíces.
Si no se recortan, pueden debilitarse. Los arbustos y matas pueden recortarse aproximadamente una cuarta parte de su tamaño. No obstante, esto puede variar dependiendo del tipo.
CERCOS VERDES
Conviene podar los cercos por última vez en otoño para evitar que se debiliten si se acumula la humedad. Podá los de hoja caduca tanto como
pueda sin que se formen agujeros, pues estos no volverán a crecer durante el invierno y puede adquirir un aspecto pelado. Es conveniente retirar todas las hojas de árboles que hayan caído sobre el cerco, en caso contrario, no recibirá suficiente aire fresco y sol y podría pudrirse.