El Seleccionado argentino de fútbol cumplió anoche una actuación con acentuada tenencia de pelota y moderada efectividad ante el débil equipo de Trinidad y Tobago (3-0), con la que se despidió del público porteño antes de asumir el desafío de ganar el Mundial Brasil 2014.
Con los atenuantes lógicos que supone un ensayo por demás amistoso, el equipo de Sabella demostró que le restan aspectos para mejorar de cara a la cita máxima del fútbol mundial.
Argentina dominó a placer el juego, con una tenencia monopólica del balón, que se tradujo en numerosas ocasiones de gol pero con bajo porcentaje de efectividad sobre el arco del equipo centroamericano en el primer tiempo cuando todavía Trinidad y Tobago se mantenía en el partido a base de entusiasmo y concentración.
El seleccionado “albiceleste” malogró en ese período nueve situaciones para la apertura del marcador, que llegó en tiempo agregado y con un cabezazo de Rodrigo Palacio en una acción de balón detenido.
Curiosamente Lionel Messi fue uno de los líderes en el rubro, al contabilizar tres oportunidades propicias para marcar dentro del área, una de ellas sin arquero.
También Ezequiel Lavezzi, reemplazante de Gonzalo Higuaín, se exhibió preocupantemente errático frente a un adversario generoso en la entrega de facilidades para la definición.
La escasa contundencia tampoco fue ajena para Angel Di María, desequilibrante por la banda izquierda, y el propio Palacio, que antes del 1-0 mostró "gentilezas" con el arquero Jan Michael Williams.
Por lo demás, Argentina reflejó sus virtudes de asociación en ataque, aún con la ausencia de dos de sus delanteros titulares: Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero.
Messi actuó con absoluta libertad por todo el frente ofensivo, por momentos sin opciones de descarga por la escasa proyección de los laterales, y Di María ratificó su importancia en la estructura de ataque con la vertiginosa escalada por el costado izquierdo.
En el mediocampo, Fernando Gago -jugó un tiempo- volvió luego de sus problemas físicos que le impidieron terminar la temporada en Boca y lució con su habitual buen pase pero con algo de lentitud.
La nula exigencia de Trinidad y Tobago le permitió jugar junto a Javier Mascherano con una presión alta, cerca de los delanteros, con los que combinó pero sin profundizar.
La defensa, naturalmente, tuvo poquísimo trabajo y el arquero Sergio Romero, ninguno.
De todos modos, dos desajustes en el retroceso provocaron intervenciones defensivas providenciales de Hugo Campagnaro y Martín Demichelis, que volvió a vestir la camiseta argentina luego del empate con Bolivia por Eliminatorias Sudamericanas, en noviembre de 2011.
Los goles en el inicio del segundo tiempo maquillaron una presentación que, a juzgar por lo visto en el primer período, dejó tópicos a trabajar para evitar trastornos en el Mundial.
Messi: "Vamos ganando en confianza"
El astro Lionel Messi afirmó anoche que el objetivo de Argentina en sus partidos amistosos es “ganar confianza” para el Mundial Brasil, tras la goleada de la albiceleste a Trinidad y Tobago.
“Lo importante es que podamos jugar para ganar confianza. Estamos con tranquilidad. Sabemos el grupo que tenemos. Ellos se metieron atrás a defender. Mi tiro libre pegó en el palo pero por suerte pudo convertir Mascherano”, remató.
Consultado sobre la exclusión del plantel de uno de sus amigos, el volante Ever Banega, quien se quedó afuera junto con José Sosa y Nicolás Otamendi, el astro del FC Barcelona dijo que “la verdad que fue duro. Con ellos hemos compartido prácticamente todo este proceso desde la eliminatoria. No faltaron nunca y tenemos mucha amistad”.