Que existan docentes sin dar clases pero que cobren como si así lo hicieran, parece ser un problema que el oficialismo quiere combatir. Así se desprende de un anteproyecto de ley que elabora el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Tanús (PJ), y que a priori promete generar polémica.
Según el propio legislador, la propuesta apunta “a eliminar” la figura de las denominadas “misiones especiales” que suelen tener los maestros para realizar otras tareas, aunque sin perder el status laboral. En el mismo proyecto, Tanús busca “a modo de complemento” que se reglamente “una auditoría médica para los casos de licencias especiales”.
Se trata de una iniciativa que, en palabras de su autor, busca “un poco de igualdad”, dado que desde su punto de vista “hay 40 mil docentes frente al aula, que se sienten postergados por los privilegios de los que no están frente al aula”.
Pero más allá de los datos, que divergen, según lo explicado desde la Dirección General de Escuelas (ver aparte), al parecer lo que Tanús busca, atendiendo a los difíciles tiempos financieros que atraviesa la provincia, es minimizar desembolsos que para el Estado pueden significar pérdida. De hecho, un motivo del proyecto, sobre todo en el caso de las licencias por enfermedad, es que “hay muchos casos de duplicidad de sueldos” porque cuando un docente deja su tarea, ingresa el suplente y eso implica pagar dos salarios. “Esa plata se podría usar para otras cosas”, resaltó el diputado que también se anota en la lista de candidatos a gobernador del PJ.
Controversia en puerta
“La decisión política está tomada”, confirmó Tanús sobre su proyecto, sabiendo que es un tema polémico. “Muchos docentes se enojan cuando ven a otros que no trabajan y cobran igual”, dijo.
Desde la DGE, el jefe de gabinete, Andrés Cazabán, marcó diferencias con el planteo del oficialista Tanús. “La misión especial no es una ficción, es una afectación de servicio que puede funcionar como adscripción; el docente sigue trabajando”, indicó. “Hay que cambiar la figura si se busca que cobren menos”, añadió.
Efectivamente, la misión especial es una forma de adscripción a la que se destina a algunos educadores, con fines específicos, “siempre dentro del sistema educativo”, aclaró Cazabán, usando como ejemplos las comisiones de reforma curricular o las juntas de disciplina o calificadoras.
“Muchas de esas misiones están a cargo de maestros con actividad sindical”, añadió el funcionario, aunque desde el SUTE, su titular, Adrián Mateluna, prefirió no entrar en la discusión. “Nuestras afectaciones son gremiales. Los datos de las misiones especiales los tiene el Gobierno"”, dijo.
La contraposición también se da en la cuestión de las licencias por enfermedad. A Tanús le preocupan en particular las psiquiátricas. “La intención es hacer una auditoría complementaria a la que hace la DGE”, informó.
El gobierno escolar tiene tercerizado el control de Salud a través de la empresa de servicios médicos Schweizer, cuyos profesionales inician, en el domicilio del docente enfermo, el trayecto hacia la Junta Médica que es la que determina si se otorga o no la licencia.
"Estoy analizando cómo se otorgan esas licencias", dijo Tanús, buscando fundamentos para su proyecto, aunque adelantó que ha recibido "muchas denuncias de médicos que gestionan licencias psiquiátricas para docentes".
Sobre esto Cazabán también rechazó la innovación legislativa. “El modo de resolver eso es reforzando las juntas médicas”, señaló, y avisó que ya se trabaja en eso, a través del área de Admisión en Salud Laboral, tarea que la DGE realiza junto a la OSEP.
“En los últimos cuatro meses logramos bajar de 42 a 30 días el promedio de licencias por enfermedad, lo que se traduce en una mejora económica porque no se pagan tantas suplencias”, informó, sin dar detalles del ahorro. “Haremos lo mismo con las licencias psiquiátricas”, prometió.
Números contradictorios
De acuerdo con información de la DGE, en la docencia pública existen 55 mil puestos de trabajo que son cubiertos por una planta de 40 mil personas.
En diciembre de 2013, la ministra María Inés Abrile de Vollmer dijo a la Comisión de Presupuesto de Diputados que “de 2.000 misiones especiales que había en 2012, se redujeron a 860”, número que igualmente fue criticado por la oposición.
Hoy la cifra casi no ha variado. Según Cazabán, “son 853” las misiones, de las cuales “más de 200” están en comisiones de reforma curricular y el resto “está en otros ministerios y en las juntas”, agregó.
En diciembre, Abrile de Vollmer había hablado de un ausentismo cercano al 8%. “Hoy el ausentismo promedio es del 9% en todo el año”, destacó Cazabán, indicado además que “del total, el 22% corresponde a licencias psiquiátricas”.
El diputado radical Tadeo García Zalazar mantiene su crítica de diciembre. “No se ha avanzado mucho”, expresó.
Él informó que Vollmer dijo en diciembre que había 4.500 docentes con cambio de funciones y se mostró preocupado porque “hay cerca de 5 mil docentes que no están frente al aula”.
Cazabán dijo ahora que “son 1.700 los cambios de funciones”, lo que reduciría notablemente aquel número.
Más allá de estos datos, en la Legislatura está la intención de avanzar. “Si hay datos certeros y realmente se busca ordenar la situación, es posible dar el apoyo”, dijo García Zalazar.