“Los abrazos” se traduce en placer sobre el escenario. La idea arriesgada de pensar un espectáculo que conjugue la música de arrabal con la danza contemporánea nació de la bailarina argentina radicada en París, Ximena Zalazar Firpo, y el bailarín belga Willen Meul.
La dupla creó La Compañía Estro en 2008, que logró conjugar la música de la bandoneonista Marisa Mercadé y la percusionista Vanesa García en “Los abrazos”, el espectáculo que debuta en nuestra provincia, hoy en el Teatro La Compañía.
Con el deseo de transmitir el espíritu universal del tango, desde su raíz hasta la actualidad, crean este espectáculo coreográfico musical, fundiendo las miradas de tres argentinas radicadas en Francia, un bailarín Belga y el diseñador lumínico Arnaud Poumarat.
La cita de esta noche contará con la actuación especial de la bailarina mendocina Cristina Castro, quien en compañía de Pablo Chaves interpretarán “ Ya fue”, uno de los cuadros de Federal Tango.
De París al mundo
En el marco de su gira nacional, la percusionista Vanesa García es el brazo de la compañía en nuestro país. Aunque vive en la Ciudad de las Luces hace muchos años, mantiene un contacto fluido con el ambiente musical de Argentina. “Como en Bélgica es Willen, yo soy Argentina. Tengo unos deditos apoyados acá todo el tiempo”, afirma la música que se acercó a la música ciudadana al unirse a la compañía.
Los cinco artífices del espectáculo cuentan con una trayectoria destacada en los escenarios europeos y mantienen un vínculo estrecho con el género. Ximena Zalazar Firpo y Willen Meul, formaron parte del ballet de la Ópera Nacional de Rhin y el Ballet Real de Flandes, entre otros. Mientras que Vanesa García ha plasmado su sensibilidad percutiva en discos de Minino Garay, Jaime Torres y Magic Malik.
A ello se suma la experiencia de la bandoneonista Marisa Mercadé, quien integró la Orquesta Típica de Juan Tata Cedrón, con la cual grabó el disco “Nocturno”. Y el tecnicismo del iluminador Arnaud Poumarat, luego de su trabajo en montajes de danza contemporánea de la reconocida coreógrafa alemana Sasha Waltz, y de la Ópera National du Rhin.
Y no es casualidad que tres argentinas se reúnan para brindar otra mirada del tango, en la ciudad de París. Un ámbito tan arrabalero como Buenos Aires. En ese abrazo de la danza contemporánea y la puesta lumínica, conviven el bandoneón y la batería, que dan sonoridad justa al espectáculo.
-Lo llamativo del trabajo musical es que salen de lo típico y sólo hay percusión y bandoneón...
-Nos encontramos con esta situación craneada por los bailarines, quienes nos convocaron. Muy generosamente nos abrieron el lugar para que podamos crear y apoyar la propuesta en danza. Así fuimos trabajando con Marisa (Mercadé), que me ayudó y me educó mucho en el tango. Ella es una bandoneonista muy talentosa y me fue guiando en cuestiones que no podía obviar. Me fue metiendo en el folclore tanguístico.
-¿Cómo toma el público francés esta propuesta no convencional del tango?
-Allá el tango es muy solemne. Dependen mucho de los clásicos y la raíz, pero también hay algunos que se abocan a la fusión. Lo veo mucho en las milongas y me encanta. Por ejemplo están bailando una tanda de tangos, después suena una canción de Edith Piaf y la bailan al tempo del tango. Ponen los pasos al tempo que tengan. Pero hay mucho respeto, mucha pasión. En París hay milongas todas las noches, hay un montón de clases. Yo trabajo con una bailarina, Victoria Veyra, y trabajamos clases de milonga, con un cajón peruano. Así la gente entiende el tempo, le damos un paso murguero para trabajar el cuerpo. Hay mucha fusión interesante.
“Los abrazos” se traduce en un diálogo sensible fraguado por dos bailarines, dos músicos y un iluminador. La austeridad en escena, sumado al virtuosismo de los artistas, son la base de la propuesta que esta temporada participó en el Festival de Avignon.
-En esta unión, los cinco son protagonistas.
-Totalmente. El iluminador es un quinto elemento de esta pieza. Él creó junto a nosotros cada movimiento. Ahora no nos acompañó en la gira por Argentina porque vive en Berlín y era mucho tiempo afuera. Pero está con nosotros Juan Piazza que es un gran iluminador y que captó lo que Arnaud hizo en “Los abrazos”.
-Contame de su paso por el Festival de Avignon
-Fue duro. Tocar todos los días es lindo, pero cuando estás en el ruedo es muy duro, porque en el Festival de Avignon había trescientos espectáculos. Nosotros teníamos el horario de las nueve de la noche y cuesta traer gente, luego de un día cargado de espectáculos. Sumado a los 43º de calor, cosa que nunca sucede en Francia. También nos daban media hora antes del show el escenario, con poco tiempo para el montaje. Así que montábamos, tocábamos y a salir. Así 25 noches. Fue una experiencia increíble, pero como toda experiencia increíble casi traumática. Ahora nos sabemos la obra a la perfección (ríe). Fue una experiencia intensa, lo hicimos y salimos vivos.
La ficha
“Los abrazos”, Compañía Estro.
Integrantes: Ximena Zalazar Firpo y Willem Meul (bailarines), Marisa Mercadé (bandoneón) y Vanesa García (percusión).
Día y hora: hoy, a las 21.30.
Lugar: Teatro La Compañía (San Martín 2494).
Entradas: $120. En venta en la boletería del teatro, de 10 a 12 y de 17 a 20.
Reservas: 437-9200.
