Desde que China se convirtió en el mercado automotriz más importante del mundo, las marcas empezaron a hacer pie en el gigante asiático. Sucede que allí las leyes son bastante más laxas que en el resto de los países del planeta en lo referido a propiedad intelectual. Es así que suelen aparecer burdas copias de casi cualquier producto, y de esto no escapan tampoco los automóviles.
Hace uno días se veía cómo esto le ocurría a Pagani, que justo cuando instalaba oficinas en China se encontraba con la aparición de un Huayra trucho. Ahora le toca a Land Rover que, por lo visto en las imágenes y teniendo en cuenta antecedentes, acaba de sufrir el mayor plagio en la historia del automóvil.
Es así que Land Rover en estos días está presentando el Evoque “nacional” en el Salón de Guangzhou, el segundo más importante de China. Pero en otro stand, el de Land Wind, hay un vehículo casi igual que pretende quitarle mercado. Denominado X7, tiene las proporciones, formas y estética del producto inglés, y su objetivo no es otro que quitarle potenciales clientes.
La copia china tiene un precio de venta al público de 135.000 yuanes (alrededor de 22.200 dólares), mientras que el Evoque importado costaba 578.000 yuanes (unos 95.000 dólares). Con el modelo de producción local se espera que ese precio baje considerablemente, pero nunca a un nivel que no sea bastante más del doble que el valor del vehículo trucho.