La lechería argentina parece encaminarse a una nueva crisis. Las proyecciones del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla) advierten que se espera para la primavera una sobreoferta de leche en la cadena, una coyuntura que suele deprimir el precio de la leche cruda y el margen de rentabilidad de los tamberos.
El observatorio también señala que la cotización internacional de los commodities lácteos se derrumbó por la pandemia y anticipa una caída en las exportaciones argentinas.
Con un consumo interno de leche estimado en 182 litros anuales por habitante, se estima que este año los argentinos consumirán 8.500 millones de litros de leche y ante la baja de las ventas globales quedará un sobrestock de unos 1.000 millones de litros de leche.
La Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe) recordó que este escenario mundial provocó que en algunos países los tamberos tiren leche en los canales ante la imposibilidad de que las industrias lácteas compren los excedentes.
“Por esta razón se convoca al Gobierno Nacional y a todas las partes de la cadena a que discutan ahora una estrategia para evitar consecuencias que pueden tener un gran impacto social y económico”, insisten desde Meprolsafe.
Los tamberos santafesinos, que producen más de un tercio de la leche argentina, también reclaman que el Gobierno Nacional designe un director de Lechería, un área que sigue acéfala a seis meses de la asunción del nuevo gobierno.
"El panorama que se nos presenta es preocupante y sabemos hacia dónde nos conduce: congelamiento o baja del precio de la leche cruda al productor en un contexto inflacionario previsto en el orden del 40% al 45% anual", adelanta la entidad.
Si no se hace nada para evitar esta crisis, las consecuencias son conocidas: caída del ordeñe y cierre de tambos de baja escala, que pierden competitividad.
"Entendemos que el sector industrial también debe aportar ideas para mantener el equilibrio de la cadena. Si esto se logra se evitará que la lechería nacional continúe achicándose, sin crecimiento alguno. No queremos volver a propagar un mensaje que nos resulta negativo y contradictorio. El de insistir una vez más a los productores, que articulen los mecanismos técnicos que disponemos para bajar los volúmenes de producción", concluye el comunicado de Meprolsafe.