Tamara construyó su casa con ayuda de todos y está en la etapa final de su enfermedad

Cuando tenía dos años le diagnosticaron leucemia y, gracias a la solidaridad, pudo mudarse. Si todo va bien, en 2021 recibirá el alta.

Tamara construyó su casa con ayuda de todos y está en la etapa final de su enfermedad
Tamara construyó su casa con ayuda de todos y está en la etapa final de su enfermedad

La historia de Tamara Bardazza Manivong conmovió a miles de mendocinos y mendocinas; a tal extremo de que la solidaridad y la incondicional ayuda de ellos terminarían por convertirse en los cimientos -literalmente- de la casa en la que vive hoy junto a su familia. El 8 de abril de 2017, y con apenas 2 años y unos pocos meses, a la niña le diagnosticaron leucemia.

Al ya de por sí complicado panorama que se presentaba por el diagnóstico, otro detalle agravaba aún más la situación y la estabilidad de la pequeña: ella, sus padres y sus dos hermanos vivían en una precaria habitación ubicada detrás de la casa del abuelo de la niña (en Las Heras); con pisos de tierra, paredes de abobe, y techo de madera y nylon.


Mariana Villa / Los Andes
Mariana Villa / Los Andes

"Los médicos nos dijeron que Tamara tiene que tener una pieza aparte y que no puede estar en contacto con la tierra porque tiene las defensas muy bajas. Nosotros dormimos los 5 en una misma pieza y no tenemos ni baldosas acá. Hasta ahora Dios la ha estado guardando. Pero si yo tuviese las posibilidades, ya la hubiese sacado de acá", contaba su mamá, Jessica Manivong a Los Andes el 29 de diciembre de 2017. 

Pero desde ese día, y como si se tratara de un regalo de Navidad algo tardío; la ayuda desinteresada de la sociedad y el esfuerzo no cesaron de marcar presencia; y terminarían por mejorar la vida y la situación de la familia.

En mayo del 2018 toda la familia pudo mudarse a "la casa de ladrillo" (como la propia Tamara la bautizó); la vivienda que su papá (Julio) pudo construir a unas cuadras de su anterior vivienda y con un terreno que les donaron, además de material y dinero para poder hacer realidad su sueño. Y también ajustarse a las prescripciones médicas.

"Tamara se acuerda de todo. Lo mira a Julio y le dice: 'Papá, esta es la casa que tú me hiciste'. También se acuerda de los pinchazos, el cateter, las ambulancias; son un montón de cosas que la marcaron y de las que nosotros pensamos que no se iba a acordar. Esto ha sido el corazón solidario de la gente, la ayuda solidaria del hombre y también de Dios. A pesar de todas las caídas y problemas económicos, lo importante es la vida. Y estar en familia", resume Jessie, del otro lado del teléfono y con lágrimas de emoción.

En épocas de pandemia de coronavirus, el aislamiento es muy riguroso para Tami, quien ya tiene 5 años. Sobre todo porque sus defensas están suprimidas. "No puede ni siquiera asomar la nariz a la calle, y estamos muy pendientes de ello", aclara su mamá. 
Desde hace tres meses, Tamara dejó de asistir a los controles de forma mensual y lo hace trimestralmente. Ya no toma 12 pastillas al día -como parte de la quimioterapia que terminó el año pasado-. "Si todo va bien, en 2021 va a tener el alta definitiva ya", augura y desea en voz alta su mamá.


Mariana Villa / Los Andes
Mariana Villa / Los Andes

Siempre de pie

La vida de los Bardazza Manivong es totalmente distinta a aquella que llevaban en diciembre de 2017. Si bien la crisis no les es ajena -y de hecho, bastante los golpea-; al menos tienen una casa digna. "El tener la casa nos ayudó mucho a que Tamara pudiese tener su espacio, su lugar en condiciones y con calefacción. Después de que terminamos la casa, siguió un año más con la quimio y era muy duro: tomaba 12 pastillas distintas todos los días, en ayunas. Por suerte, desde que terminó sólo tuvo que ir una vez más al hospital. Fue por una neumonía y estuvo toda una semana internada. Pero la evolución de su enfermedad ha sido buena, por suerte", cuenta la mamá de la joven.


Con poco más de dos años le diagnosticaron la enfermedad y la humilde pieza en la que vivía la ponía en riesgo.  | Foto: Los Andes.
Con poco más de dos años le diagnosticaron la enfermedad y la humilde pieza en la que vivía la ponía en riesgo. | Foto: Los Andes.

En medio de la conversación, se cuela la vocecita de Tami; quien no deja de repetir "te quiero mucho". "Me salieron dos dientes ya. Aunque el otro día mordí una tortita y me dolió", dice -verborrágica- del otro lado del teléfono. Y es su mamá quien aporta más información sobre el tema. "Con la quimio, se le fueron 'comiendo' los dientes. Como no podía tener ninguna infección, le sacaron muchos de ellos con caries; y casi que no le quedó ninguno. Durante mucho tiempo no pudo comer nada sólido. Ahora está contenta porque le están saliendo todos los dientes de nuevo", aclara Jessie.

El 2018 no fue bueno para la familia, que disfruta a pleno de su casa en calle Corrientes al 1.340 (también de Las Heras). A Julio, quien se dedica a construir cercos perimetrales y de seguridad, prácticamente no le encargaron ningún trabajo. Y Jessie se dedicó a vender productos de limpieza (actualmente lo hacen en su domicilio, y su marido la acompaña).

"Nos siguió ayudando durante una mujer que había conocido a Tamara por medio de la Fundación Traspasar, que colabora en el hospital Notti. La verdad es que nos ayudó muchísimo. Otro hombre también nos dio una mano gigante regalándonos un calefón, y otras familias nos ayudaron muchísimo con ropa y el material escolar de Tamara. La ayuda de la gente nunca desapareció, y hoy estamos trabajando con la venta de productos de limpieza gracias a la ayuda que nos da otra familia que tiene una distribuidora", reflexiona y agradece Jessica.

En la escuela

El año pasado Tamara comenzó la escuela con sala de 4. "Estaba muy contenta yendo con sus compañeros; se la veía feliz y bailando en todos los actos. Pero los últimos dos meses no pudo ir por su salud. Ahora está en sala de 5 y, por el aislamiento, está con las tareas desde casa y con el teléfono. El tema es que antes de que empezara esta situación, tampoco podía ir mucho ya que al tener las defensas bajas; le habían recomendado no estar en contacto con chicos que estuviesen recibiendo la vacuna", agrega su madre.


Con la ayuda y solidaridad de muchos mendocinos, la familia pudo construir una vivienda digna, | Foto: Gentileza.
Con la ayuda y solidaridad de muchos mendocinos, la familia pudo construir una vivienda digna, | Foto: Gentileza.

Sus hermanos también continúan sus clases por medio de la virtualidad: Máximo empezó la secundaria este año, y Dafne está en quinto grado (Primaria).

"Son excelentes hermanos, dan todo por su hermana. Y es como que Tamara es la jefa del hogar. Somos todos muy felices, y Tamara es mi vida. A ella le cambió la vida; y también a todos nosotros", cierra Jessica.

La familia sabe lo que es la adversidad, sabe lo que es hacerle frente y salir adelante. "Después de la tormenta, siempre sale el sol. Y acá estamos, a pesar del coronavirus y los miedos que nos rodean. Y vamos a salir adelante", concluyó.

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