Dice el libro de oro del básquetbol de Andes Talleres Sport Club que el 9 de julio de 1933, la fusión de dos clubes, el club Atlético Tracción Talleres y el Club Talleres Pacíficos, más el apoyo de la cervecería Andes, le dieron vida a Andes Talleres Sport Club.
En principio era un club dedicado exclusivamente al fútbol, pero de a poco fue creciendo la vida social y además se fueron incorporando otros deportes. En el año 1942 queda terminada y se inaugura la primera cancha de básquetbol que aún perdura.
En ese rectángulo de juego se empezó a practicar este deporte tanto en femenino como en masculino y al poco tiempo los equipos de la institución participaban en los torneos de la Asociación Manuel Belgrano, ya que en esa época los clubes estaban divididos por zonas geográficas en dos asociaciones. La
otra era la Benjamín Matienzo.
Los primeros logros y títulos del básquet de Talleres vinieron de la mano de la rama femenina, ya que se clasificaron campeonas los años 1957, 1958, 1959, 1960 y 1961, mientras el básquet masculino seguía buscando su lugar, y empezó a encontrarlo a mediados de la década del 50, cuando llegaron al club algunos jugadores del desaparecido Club Arizu, que quedaba a una cuadra sobre calle Minuzi.
Se empezó a gestar entre los jugadores que tenía el club y los que habían llegado un equipo que le empezó a dar vida a la más rica historia del básquet de la provincia de Mendoza y del interior del país.
Este equipo empezó con los triunfos y logros y obtuvo los campeonatos de la Asociación Manuel Belgrano de los años 1960, 1961, 1965, 1966, 1967 y 1968 y los torneos Gran Mendoza de los mismos años, que era el campeonato anual que organizaba la Federación Mendocina con los mejores 6 equipos de ambas asociaciones.
Fue por esos años que ya se hizo costumbre que al terminar los torneos cada vez que salían campeones se juntaban los jugadores en el centro de la cancha y junto a dirigentes y simpatizantes, gritaban a viva voz y con el puño apretado el típico ¡Dale campeón, dale campeón!
Por esos tiempos las divisiones inferiores del club eran los Cadetes Mayores y los Cadetes Menor es y emulando a la primera empezaron a ser protagonistas de los torneos, ganando innumerables títulos. Eran tantos los chicos que se acercaban con intención de practicar básquetbol que se tuvo que crear la primera escuelita de básquetbol, lo que hoy es el mini y el premini, que incluso tenía cancha propia y que se realizó al lado de la cancha histórica. El primer
torneo organizado por la escuelita lo auspicio Canal 9, y se disputó la copa "Mendolito". La institución Azulgrana, también fue pionera en realizar competencias para chicos con los demás clubes ya que se jugaba el torneo Ana Segovia.
En 1968 se produce una modificación dentro del básquet mendocino. Desaparecen las dos asociaciones y se hace un solo torneo, creándose las categorías A, B y C. Talleres quedó dentro de la A y las demás divisiones pasaron a ser reserva, juveniles y cadetes, donde se salió campeón en varias oportunidades.
El torneo del 68 fue propiedad absoluta del Matador. En el año 1969, Cano forma un gran equipo y se corona campeón. El elenco Matador quedó herido y bajo la consigna "No aflojar", se propuso entrenarse más que nunca para el próximo año y recuperar lo que le pertenecía. Fue así
que los años 1970 y 1971 se ganaron los torneos abiertos que se jugaban: el Aniversario de Regatas, el Cursi que organizaba Anzorena, el Ana de Castellani que organizaba la institución
Azulgrana, el Pedro Linares que hacía Atenas, Cano hacía el Zabaroni y el Giuberti que hacía el Colegio de Árbitros.
La gran mayoría de estas finales se las ganó a Cano y en el torneo oficial, el último partido lo jugaron Andes Talleres y el elenco de la Casas Colectivas en cancha de Cano. El que ganaba era el campeón anual y después de un partido más luchado que jugado, Andes Talleres recuperó su corona.
Volvió el típico cántico que decía ¡Dale campeón, dale campeón! Entre los años 1971 a 1972 se trabajó arduamente para lograr algo tan preciado como fue el estadio cerrado. Y se logró con el esfuerzo de todos: dirigentes, jugadores y simpatizantes apretando bulones en los
tablones de la tribuna principal o pintando la tribuna de cemento.
Por estos años y el paso del tiempo el equipo había sufrido algunos retoques con respecto a algunos de sus jugadores emblemas que habían dejado de jugar, pero se habían incorporado
algunos, incluso aquellos que aprendieron a jugar en la escuelita creada. El equipo no se resentía.
Al contrario, se potenciaba. Los años siguientes 1971, 1972 1973, 1974, 1975 1976, 1977, 1978 y 1979 Andes Talleres se consagró campeón. Imparable.
Y aunque en los libros de campeones, en el año 1972, figura Anzorena, la gente de Andes Talleres se considera campeón, porque el título lo ganó en la cancha. El Tribunal de Penas le quitó la corona al elenco Cervecero porque un menor de edad jugó trece segundos y había una disposición municipal que decía que como era menor no podía jugar de noche.
Durante esa década el equipo campeón estuvo más de 120 partidos invicto y participó con éxito en los torneos Argentinos de Clubes. Se codeó con los mejores equipos del país. Los éxitos no se detenían, ya que la categoría juvenil se consagró campeón Panamericano en un torneo realizado en Buenos Aires, derrotando a equipos de Brasil, Uruguay, Chile y Venezuela.
En el año 1982, el torneo mendocino se hace muy competitivo, ya que habían jugadores extranjeros en Atenas, Regatas, Macabi y Murialdo y Andes Talleres afronta el torneo sólo con los jugadores del club. Con mucho esfuerzo y corazón, vuelve a coronarse campeón. En ese momento, nació una frase que fue todo un símbolo y quedó en la historia: “¡Y sin americanos, y sin americanos¡".
El elenco Azulgrana se volvió a consagrar campeón en el año 1986 y 1988. Los números no mienten, Andes Talleres es el club más ganador de la historia del básquetbol mendocino.
Hace exactamente 29 años que no puede cortar las redes. Sin embargo, continúa en la cima y nadie lo alcanza.
Nombres ilustres
Italo Lucero, Juan Quesada, Luis, José y Francisco Armendáriz, Humberto "Tito" Carra, el "Chiquito" Roberto Andrade, Víctor González, Armando Fernández, el "Negro" José Luis Nenna, Edgardo Peralta, Raúl "Caniche" Estalles, los hermanos Raúl y Roberto Brioude, Juan Coria, Vicente Pellegrino, "Tono" Alvaro, Adrián "Palito" Díaz, Marcos Capezzone, Jorge Pablos, Rafael Mascaró, Héctor Sánchez, Humberto Tito Carra, Juan Coria, Cachita del Río, Alejandro Arméndariz, Eduardo Carra, Marcelo Arméndariz, Humberto Carra, Daniel Lucero, Oscar Peñas, Eduardo Nicastro, entre otros. El más destacado, Martín Fernández, jugador que hoy actúa en Bahía Basket.