La ciudad de la furia comienza a exhalar, después de mucho inhalar y trabajar, toda la moda que en ella habita. Así, con el pulso de una respiración energética, La Ciudad de la Moda abrió sus puertas el pasado 23 y 24 de febrero en el centro cultural El Dorrego, de Buenos Aires.
Dentro de esta iniciativa que presentó su novena edición, se fueron sucediendo varias etapas: seminarios, exhibiciones, charlas, ferias, documentales y desfiles. Estos últimos estuvieron a cargo, en primera instancia, de la diseñadora consagrada y catamarqueña Manuela Rasjido, para luego encarnarse en las creaciones de cinco diseñadores emergentes.
Cada uno a su manera, con su sello, sus historias y sus conceptos, tuvo la oportunidad de enseñar al público, hambriento de moda, sus productos. Todo ello fue el resultado de varios meses de trabajo, en los que el CMD (Centro Metropolitano de Diseño) les brindó apoyo y gestión. Los mundos que invadieron la pasarela uno tras otro fueron las colecciones de: “Inmaculada Apocalíptica” de Cecilia Hernández (Talitha Ind), “Cuidado con el perro” de Edu De Crisci, “Ensayo” de Marcelo Yarussi (Bastardo BA), “Barlovento” de Juan Hernández Daels y “Hotel Chaco” de Belén Amigo. Cada uno coloreó los cuerpos de sus modelos con una colección diferente, siempre signada por la creatividad y la ruptura de paradigmas.
Estilo Moda estuvo presente y pudo entrevistar a dos de los más destacados diseñadores de la noche: Cecilia Hernández, que con sus telas efímeras y la influencia de su país de origen, Ecuador, derrochó estampados coloridos de su propia naturaleza; por el otro lado, Marcelo Yarussi presentó una de las colecciones más comentadas del desfile. Siempre levantando su banderín del accesorio por sobre todas las cosas, Bastardo BA dio a la pasarela un destello deslumbrante de su talento.
- ¿Cuál fue la inspiración para crear tu colección?
- MY: Me inspiro en las características que el ensayo literario tiene de ser una observación objetiva sobre algún tema; en este caso el tema es la ciudad de Buenos Aires y, con ella, el código vestimentario de la gente en general que habita esta ciudad. De ahí extraje tipología, paleta de color y fui armando, con mi impronta y la de la marca, la propuesta. También eso es una parte del ensayo, pensar, porque en general el diseñador argentino usa esa paleta, que es un poco acotada. Decidí resignarme y entender que viene mucho del paisaje donde vivimos: una ciudad rodeada del gris, de edificios, el tango. Hay varias características que nos llevan a ser muy sastreros, y de colores acotados. No es el caso de Talitha, que viene de un país centroamericano y su paleta es más colorida. Yo creo que el paisaje influencia todo lo que uno crea. En mi colección hay mucho del paisaje de La Pampa, árido y súper neto. Vengo de Juan José Paso, un pueblo que es casi campo. Algo del origen siempre nos condiciona.
- CH: Esta colección se llama “Inmaculada Apocalíptica”, nombre que escuché hace unos 3 años cuando fuimos a un museo de Guayasamín con unos amigos míos de acá. Vi una imagen que me llamó la atención y después de preguntar el nombre de esa virgen (Inmaculada Apocalíptica) supe que de algo me iba a servir; me sentí muy responsable con ese nombre. Además me llamó siempre mucho la atención el Apocalipsis y lo oscuro, ¿qué pasa si todo se acaba? ¿cuál sería la belleza en ese desastre?
- ¿Por qué Bastardo y por qué Talitha?
- MY: Es un insulto, un poco fuerte, pero lo usé por ese impacto. Es una palabra que siempre fue mi nickname de redes sociales, es una provocación. Tiene que ver con mi forma de trabajo, pero cumplió el objetivo.
- CH: Es el nombre de su abuela que vino a verla, la llevó a pasear por todos lados. Inspira y critica. Me hizo sugerencias con el tema de función, acabados.
- ¿Qué es aquello que te identifica como diseñador?
- MY: Mi prenda principal es la prenda accesorio, que es donde yo trabajo, donde me siento más cómodo y donde está lo que más me divierte, que es esa confusión en la que no se sabe si es una prenda, no se sabe si se va a vender. Mi motor es hacerlo para disfrutarlo y que sea algo distinto. Me interesa mucho el origen natural del material. Si es algodón, que sea 100% algodón; si es paño, que sea pura lana. La selección del material siempre viene por el lado de lo natural, la nobleza. Eso hace que se vincule mejor con la piel. Siempre pienso en la piel y el material. Siempre hay una estética que me persigue, como lo oscuro; el cuero que se oxida y parece piel humana. En mis diseños son todas piezas únicas, inspiradas por los accesorios.
- CH: Yo creo que hay dos cosas. Siempre fui muy obsesiva en el sentido que si tengo una marca quiero que en serio se diferencie de alguna forma, no hacer ropa por hacer ropa. Siempre tiene que tener elementos y un contenido. Los dos elementos más fuertes son la estampa y la estructura de las prendas. El “print” es una de las cosas más fuertes pero también me gusta verlo evolucionar. En cuanto a los moldes, los hago desde que tengo 16 años. Es herencia completa de mi abuela y me encanta experimentar con eso. Me gusta trabajar sobre el papel primero, aunque sé que después se va a comportar diferente según la tela pero de ahí nacen, por ejemplo, dos vestidos en vez de uno.
- ¿Cuándo comenzaste a vincularte con el diseño?
- MY: Lo que me interesa es el poder transformar la materia. Como diseñador siempre voy a estar trabajando directamente con el material. Nunca voy a poder hacer un molde en la computadora y mandar a alguien que lo haga. Tenemos que estar vinculados al material y lo que me interesa del diseño es que a veces me encuentro haciendo muebles en mi casa, o percheros. Es el contacto y poder transformarlo en algo que lo puedas exhibir o portar. Mi papá es carpintero, es un poco el oficio. Por eso cada vez que vuelvo a mi pueblo me siento con ellos y los miro coser.
- CH: Mi abuela me influenció mucho. En Guayaquil, durante una visita a su casa, fue cuando creé los moldes y las morfologías que representan la colección. Un tema para mí son los estampados, que desde 2013 creo y diseño yo misma. Otro momento de mi gusto por la moda fue cuando llegué a Buenos Aires, hace 10 años. Acá la gente se apasiona realmente por lo que hace y eso me llamó mucho la atención. Elegí Buenos Aires porque aquí intelectualizan el diseño y la gente que te rodea; conforma una buena circulación de mentes. Decidí quedarme acá con mi equipo y con amistades que me acompañan y me ayudan a que Talitha se siga transformando.
- ¿Qué te parece la iniciativa La ciudad de moda?
-MY: Es una gran oportunidad, un soporte súper profesional que está bueno que exista. Motiva mucho a los diseñadores independientes. Además, está linkeado con el Centro Metropolitano de Diseño que no sólo es una pasarela y productores; también te ayudan en lo comercial con asesoramientos de negocios. Te dan una contención antes, en el desfile y después. Uno diseña pero también tiene que vender y el CMD da muchos seminarios sobre el tema. Te ayuda a consolidar la marca.
- CH: Es una plataforma, porque no es sólo el evento sino el asesoramiento en lo financiero, en lo comercial. Involucra y te involucra con muchas personas y contextos con lo que no tendrías contacto si no estuvieras en un evento como éste. Te lanza a la presa, a todo lo que es el mundo de la moda y no tienes acceso por tus propios medios. La confianza que depositan en diseñadores emergentes es algo de lo que uno se tiene que hacer responsable y valorarlo.
- ¿Dónde se pueden comprar tus diseños y qué se viene?
- MY: Lo comercializo en mi casa donde tengo el taller junto con el showroom. Entonces la gente que viene de afuera a comprar puede ver el proceso. También trabajo con ediciones limitadas. Me aburro muy rápido así que donde me repito más de tres veces, lo suelto. Eso me mantiene bastante activo. Este año quiero incorporar algunos nuevos productos, sacos sobre todo, algún vestido, camisería, y el tejido pero llevado al lado de la prenda que pesa muchos kilos.
- CH: En tres negocios de Buenos Aires, en Ecuador también y ya tengo mi página online donde estamos comercializando a Argentina, Uruguay y Chile. Por ahora, me han invitado a un desfile en Quito y pienso ir realmente fortaleciendo la parte de ventas y comunicación.