El panorama aparece desolador en esa arteria rural que otrora lucía una frondosa arboleda que era una sombra obligada en los veranos tórridos.
Pero hace pocos días la mano del “progreso” arrasó con decenas de centenarios árboles en la calle Videla Castillo (la continuación de Boedo hacia el este, antes de llegar a Ozamis).
A lo largo de 800 metros, en la margen sur, las máquinas derribaron los forestales que quedaron varios días tirados ahí, como testimonio final de lo que alguna vez fue una arboleda.
Muchos vecinos de esa zona de Maipú están indignados por este daño al ambiente, que no es otra cosa que un nuevo avance del desarrollo inmobiliario sobre lo que alguna vez fueron tierras productivas.