La líder del Partido Democrático Progresista (DPP), Tsai Ing-wen (59), fue electa ayer presidenta de Taiwán con el 56,2% de los votos.
Se trata de la primera mujer que accede a ese cargo en la historia del país asiático. Ing-wen hizo especial hincapié, durante su campaña, en favor de la independencia de su país por sobre China.
“Pekín debe respetar la democracia en Taiwán y ambas partes tienen que asegurarse de que no haya provocaciones”, afirmó la flamante mandataria, en su primer discurso después de las elecciones.
China considera a Taiwán como una provincia separatista y ha amenazado en el pasado con tomarla por la fuerza. La voluntad del pueblo de Taiwán será la base para las relaciones con China, aclaró la nueva mandataria, y llamó a ambas partes a mostrar “dignidad y reciprocidad” en sus relaciones.
La presidenta electa de Taiwán anunció que su gobierno será más cercano al pueblo y defenderá la soberanía de la isla frente a China. “No es solo una victoria electoral, sino un llamamiento a formar un Gobierno más en sintonía con el pueblo... y que proteja la soberanía”, proclamó Tsai.
Además, el PDP logró la mayoría absoluta en el Parlamento, al conseguir 67 de los 113 legisladores, mientras que el KMT (Partido Nacionalista Chino o Kuomintang) sufrió una estrepitosa derrota conservando solo 36 parlamentarios, según los resultados preliminares, lo que supone su primera pérdida de control del Parlamento desde 1949.
Hay que recordar que el país insular sufrió un fuerte terremoto el sábado pasado, en la ciudad de Tainán. Los equipos de rescate dieron por concluidas las tareas en los edificios que se derrumbaron, con un recuento final de 116 muertos.