En todos los deportes, según los reglamentos, se dividen en rama femenina y masculina y el fundamento principal son las diferencias físicas existentes entre ambos sexos que se hacen más notorios a partir de la pubertad, ya que durante la infancia el cuerpo humano muestra similitud en la contextura física.
Sin embargo, existen deportes donde las mujeres son parte de equipos mixtos y por lo general, éstos se dan en actividades recreativas. Pero nos encontramos con algunas excepciones donde dentro de la competencia hay casos donde el sexo femenino se anima a integrar elencos cuya práctica deportiva son de contacto e impacto, y desafían la idea del peligro que ellas corren o las desventajas que pueden tener haciendo la actividad.
Un ejemplo claro se da en Mendoza, precisamente en el Huarpe Rugby Club, que comprende el deporte de la ovalada y desde hace unos meses, el voleibol. Allí hombres y mujeres comparten una misma camiseta sin importar orientación sexual, ideologías, contexturas físicas ni edades.
"Querer jugar" es el único requisito, afirman desde la institución que preside Julián Duo.
En Huarpe RC encontramos un grupo de fornidos hombres de camisetas amarillas y vivos verdes y cuatro chicas con la misma indumentaria. Es que ellas son parte del equipo y consideradas un jugador más. Belén Elías (pilar o hooker) de 23 años; Lula Arias (wing tres cuartos) de 30; Daiana Almazón (pilar) de 21; y Antonela Domínguez (wing forward) de 16 -quien además es parte del programa de alto rendimiento de rugby, dentro del esquema de juveniles- fueron encantadas por el rugby y contenidas por un grupo de compañeros que las tratan por igual.
Todas coinciden en no querer jugar en otro equipo -existiendo rama femenina en el torneo oficial de la URC-, porque ellas aprendieron de cero con los varones, quienes además las contienen, escuchan, enseñan y las unen en una amistad incondicional.
Sin división en rama femenina ni masculina
"Huarpe RC es libre e inclusivo. Es un club que abre las puertas a toda la gente que necesite aprender y compartir este hermoso deporte", confió Eduardo Guardatti, manager de la institución que lleva más de tres años de creación y la cual desde hace menos de doce meses incorporó la disciplina voley, donde también tiene a seis mujeres y una chica trans en el equipo.
"Al estar compitiendo en una categoría de desarrollo, es decir que no estamos en torneos oficiales, es más fácil integrar a las chicas sin objeciones. Hemos jugado varios partidos amistosos, en distintos lugares de la provincia y siempre tratamos de que todas puedan tener la experiencia. Por lo que la metodología de juego es la rotación para jugar aunque sea 10 o 15 minutos", confió Eduardo.
Al evaluar cómo es el momento del contacto, el dirigente confió: "Como dice nuestro entrenador, es un jugador más. Y en el caso de los contrincantes, también son tratadas de igual a igual. No hay géneros. Nuestras compañeras tienen la misma potencia que un varón y le aportan al equipo".
"El rugby femenino en Mendoza está creciendo y es importante que las chicas se sumen. Y nuestro club las invita a que se integren, porque a diferencia del torneo local que se juega en Seven, aquí pueden experimentar el juego de XV. Además de que este es un club inclusivo y quiere tener más mujeres en los equipos", afirmó el secretario de la institución, Ariel Amejeiras.
Este equipo cuenta además con una preparadora física, Magdalena Vera, quien es jugadora en Las Guanacas, equipo de Universitario, que si tiene competencia en el torneo Provincial de rugby femenino que organiza la Unión de Rugby de Cuyo (URC). "En cuanto a entrenamientos es evidente que el varón tiene una mayor composición física que la mujer, pero a la hora de entrenar, explotan los dos. Las chicas se entrenan y juegan al nivel de los chicos", le explicó a Ellas.
La profe, además, aclaró que no existe entre éstas jugadoras el sentir de "nosotras también podemos" en relación al varón porque "las chicas se iniciaron de cero , desconociendo el concepto rugby. Vienen en blanco, aprendieron con ellos y vienen a seguir creciendo a la par de los chicos, sin ánimos de superarlos sino de nivelarse".
Finalmente, el coach Carlos Salguero, fue quien dio el concepto más claro: "La diferencia física siempre existe por una cuestión de contextura, pero el rugby a la hora de jugar es un deporte de destreza y las chicas la tienen".
Con respecto a la elección de estas mujeres por jugar en Huarpe RC, el entrenador, confió: "Prefieren el rugby XV y no el Seven por seguridad y contención. Y por otro lado, un equipo masculino acostumbrado a jugar con mujeres son solidarios en el armado del juego. Las chicas al sentirse incluidas redoblan el esfuerzo por el compromiso".
¿Cómo es pertenecer a un equipo de rugby mixto?
Antonela Domínguez, la más joven del plantel, nos contó detalles de estar en un equipo con mayoría varones, en un deporte de mucho roce físico e impacto como es el rugby. Y por qué le llamó la atención este club.
"Hay partidos con gente demasiada bruta y mi técnico y compañeros no quieren que me hagan daño, entonces en esos partidos no me meto. Pero casi siempre juego los partidos o al menos 5 minutos en esos duelos fuertes, y eso me hace sentir muy bien, contenta, porque uno se siente incluida, no hacen diferencia conmigo y estoy muy cómoda".
Belén Elías, por su parte, juega de forward. "Los chicos me cuidan mucho ante un posible golpe. Pero además, más allá de la fuerza que si es obvia la ventaja que tienen los varones, nosotros no jugamos con el factor fuerza sino que aplicamos la inteligencia. El rugby que practicamos no es de brutos y fuertes y así me adapté".
-Ante un tacle ¿cómo ven que es el comportamiento de los rivales varones?
-Antonela: Al principio no me quieren ni tocar y advierten ‘cuidado con la chica’. Pero con el correr del tiempo, cuando los empiezo a taclear y a tener más contacto, dejan de lado la precaución y empiezan a taclear ellos también.
-Belén: Nos cuidan, tratan de no tocarnos, la piensan dos veces. Cuando eso sucede, en ese microsegundo libre, es cuando nosotras encaramos. Aunque ‘Anto’ es la que se anima más al choque. En mi caso, me asusta un poco los tacles. Antes de mi lesión, tacleaba por igual.
-¿Cual sería el concepto del rugby mixto y qué les dirían a las chicas para que intenten jugarlo?
-Es muy bueno porque jugar con hombres te da más adrenalina y además jugamos rugby XV, al cual prefieren por sobre el Seven. Y además en Huarpe hay un grupo muy unido y siempre que necesitamos algo, hay un compañero para contener afuera y dentro de la cancha. Si voy a buscar una pelota y estoy en el piso, sé que siempre va a venir un compañero para hacerme techo y protegerme.
-¿Por qué no jugar el torneo de la URC con otro club?
-A: Porque soy de Huarpe, es mi raíz y ellos mis amigos. Comencé sin saber nada de rugby y cuando hago algo mal me ayudan a mejorar. Entrenando con chicos evoluciono más rápido.
-B: Llegué al grupo por Ismael, él era mi pareja, quien también es parte de un equipo hermoso. Un día lo acompañé. Y si bien nunca imaginé jugar rugby, empecé y acá estoy. Se lo agradezco toda la vida. De inmediata me sentí integrada a esta gran familia.
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