Piedra, silencio y quietud. Eso es lo que busca Tachuela Delía cuando medita su obra. Ese modo de conectarse al vacío profundo de lo sonoro y a la inmovilidad en un mundo dinámico mediante el material que mejor se conserva en el tiempo, del que datan las herramientas más antiguas creadas por el ser humano.
“El silencio en mi obra es el silencio en mi vida. Es hacia donde quiero ir o en donde prefiero vivir, la profundidad con la que prefiero contemplar”, escribe acerca de su búsqueda.
En su casa de Bermejo, construida en una pileta de natación y levantada por él, Tachuela prepara café, obsequio de un empresario que conoció durante su viaje a Colombia, donde viajó gracias a la gestión de los art dealers Gianni Campochiaro y Julio César Giancarelli.
Allí trabajó durante 75 días y programó la exhibición de lo producido en cuatro centros culturales de ese país: el Museo de Jericó, el Museo de la Universidad de Antioquia, el hotel The Charlee -un edificio de 12 pisos intervenidos por artistas- y La Casa de la Cultura de Sabaneta (estas dos últimas muestras tendrán lugar en agosto y setiembre próximos).
“Sabés que estás creciendo pero no es la diversión que se cree que es. Es serio y hay que manejar el trabajo con cuidado”, dice acerca de su experiencia en El Retiro, una región del departamento de Antioquia, donde dio vida a 22 obras en el taller del artista William Agudelo Torres.
En el campo y bajo condiciones de intensas lluvias, el escultor autodidacta nacido en Entre Ríos que cuenta con el aporte de herramientas eléctricas Makita, fue tras los pasos de “La Razón del Silencio”, una muestra que promedia los 35.000 kilos de piedra reunidas en dos camiones a orillas del Río Medellín.
“No soy un escultor clásico y todos los procesos surgen de procedimientos propios. En un principio utilicé el alfabeto Braille porque me lo permitía la cuadrícula, pero mi interés es encontrar un lenguaje propio. Yo no busco hacer un arte integrador y por este motivo desde hace un tiempo estoy en el preciosa e incansable recorrido del arte óptico. No he encontrado a nadie que haya utilizado a la piedra como soporte y eso me entusiasma. Como no utilizo colores recurro a las sombras, que en el transcurrir del día vibran en distintas tonalidades”, dice.
Muestra en Mendoza
Como parte del ciclo Art & Wine by Sheraton, es que Tachuela expone como artista invitado desde el jueves 30 de julio, a las 20.30, en el hotel cinco estrellas de Mendoza.
En un maridaje sensorial que combina arte y vino y cuyo valor es de $140 por persona, Delía mostrará durante un mes el resultado de “Minimal Stones”, una serie de 17 pequeñas piedras, dos de ellas serán subastadas a beneficio de Fundavita, que funcionan como un detalle de su obra, como un modo de acercarse a la cuadrícula en un diálogo que habita entre ángulos y paredes escalonadas.
“En los formatos descanso. Sin embargo es la primera vez que trabajo en piedras tan pequeñas, que entran en la palma de mi mano. He pasado horas mirándolas y tocándolas”, asegura el autor.
“Un día desperté y ya no podía hacer más artesanías, necesitaba otra profundidad, hacer algo que no fuera utilitario. Una mañana hice un pulpo de chapa de más de un metro de alto y lo llevé a la plaza. Al poco tiempo ya estaba trabajando piedra; hice primero 22 esculturas en chapa reunidas bajo el nombre de Ixoyes y pedí luego muestra al MMAMM en un proyecto que gané por carpeta.
Ahí presenté “El Hombre Binario” en 2010, una muestra íntegramente escrita en Braille. Todo cambió a partir de ese pulpo de chapa”, resume el artista que propone una experiencia sensorial concreta e inscribe en la piedra un mensaje perpetuo.
Nunca concurrió a una escuela de arte ni fue aprendiz en el atelier de ningún maestro. Tachuela dice que lo más complicado en su devenir artístico fue tomar decisiones en medio de tantas alternativas.
Radicado en Mendoza desde la adolescencia, ha realizado numerosas exposiciones en espacios públicos y privados de la provincia, Buenos Aires y otros países, y recibido premios y reconocimientos en el Salón Nacional de Artes Visuales, el Museo Sívori y el Museo Emiliano Guiñazú Casa de Fader, entre otros. Para más información: (0261) 441-5500