"¡Comenzó la lucha!". Con esa consigna la conducción del SUTE arengó a los docentes mendocinos en lo que consideró el inicio de un plan para mostrar la fuerza del gremio en la discusión paritaria salarial.
Fue la primera reacción que mostró luego de cuestionar por "insuficiente" la oferta del Gobierno, que implica 15,7% de ajuste en tres tramos (5% retroactivo a enero; 5,2% en junio y 5,5% desde noviembre).
Y si bien el Ejecutivo pidió un cuarto intermedio hasta el 16 de febrero "para mejorarla", no hay muchas expectativas de que esa nueva oferta satisfaga a los docentes.
La reacción gremial fue la confirmación de que las partes están lejos de un acuerdo y crece una situación de conflicto que podría incidir en un complicado inicio de clases (el próximo 5 de marzo) o en que el aumento, por tercer año consecutivo, salga por decreto.
"En conflicto estamos todo el tiempo. Este es el gobierno que impuso el ítem aula", señaló el titular del SUTE, Sebastián Henríquez, avalando la hipótesis del desencuentro.
"La propuesta es mala. Si no mejora sustancialmente, seguramente el conflicto crecerá y siempre está la posibilidad de que las clases no empiecen", amagó.
"La propuesta es mala. Si no mejora, el conflicto crecerá y está la posibilidad de que las clases no empiecen."
Sebastián Henríquez, titular del SUTE
Más allá de estos dichos, las partes ponderan el diálogo. El hecho de que no hubiera un rechazo pleno -sólo cuestionamiento- y de que el Ejecutivo pidiera el cuarto intermedio, va en esa línea.
Pero tensión hay. Lo que para el Gobierno es “el mayor esfuerzo que puede hacer”, para el gremio es estar “cada vez más lejos de la pobreza cero”.
Lo que para el SUTE es "una caída salarial, porque se pierden 7 puntos frente a la inflación del año pasado", para el Ejecutivo es "el puntapié inicial para recomponer el sueldo de los maestros".
La propuesta, además del 15,7%, implica una suba de 25% en la ayuda de útiles ($ 1.250 a pagar en marzo) y otra "superior al 15,7%" en la ropa para los celadores ($ 1.400).
No se ha informado oficialmente, pero no pocos suponen que la próxima oferta tendrá mejoramientos en algunos de esos aspectos, precisamente porque el 15,7% es “el último y mayor esfuerzo”.
El subsecretario de Gestión Pública, Ulpiano Suárez, defendió la oferta. "No es mala", dijo, y destacó la existencia de la cláusula "gatillo", que permitirá "mejorar el salario si la inflación es mayor". Además resaltó el hecho de que "18 sectores ya firmaron" el aumento del 15,7%, con esa cláusula.
Con las fechas como quedaron, el SUTE dice que recién podrá llevar una respuesta "el 26 de febrero", es decir, una semana antes del inicio de clases.
Suárez insistió en que el Ejecutivo busca resolver la paritaria "antes" de ese inicio. En consecuencia, si la respuesta del 26 es negativa, "casi seguro saldrá por decreto", confirmó. "Y en ese caso no habrá cláusula gatillo", avisó.