Sociedad
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hace 10 horas
El gremio de los docentes, SUTE, salió a repudiar la agresión que recibió una maestra del colegio Origone (Las Heras) por parte de la madre del niño de 6 años que fue secuestrado por un hombre a la salida de las escuela el lunes pasado.
Es que tras reencontrarse con su hijo, la madre. Valeria Almonacid, concurrió al colegio para expresar su indignación por lo sucedido y mantuvo un fuerte cruce con el personal docente.
Mientras que desde el colegio denunciaron que la docente que vigilaba la salida de los chicos fue golpeada por Almonacid, su marido, Juan Cabrera, aclaró ayer a
Los Andes
que debido al estado de shock en que se encontraba su mujer “le tironeó el pelo” a la maestra.
“Este tipo de situaciones se hacen cada vez más frecuentes y los docentes no se sienten protegidos ni defendidos por la DGE ante estos casos de violencia no sólo verbal sino también física. Repudiamos estos hechos y llamamos a la reflexión para la las autoridades implementen políticas más activas de protección a los maestros y también a la sociedad, porque sin docentes no va a haber escuela pública en Mendoza”, dijo el titular del SUTE, Javier Guevara.
Pero desde el SUTE además indicaron que la responsabilidad de garantizar la seguridad alrededor de los colegios es del Estado. "Es el Ministerio de Seguridad el que debe vigilar el ingreso y egreso de los chicos que van a la escuela”, dijo Guevara.
Ayer Mónica Soto, subsecretaria de Educación de la provincia, desligó de esta tarea a los maestros y directivos de los establecimientos.
“Hay muchos chicos que se mueven a temprana edad en medios de transporte: no todos los papás van a buscarlos a la salida, por eso sería imposible esperar a que un adulto vaya a retirarlos. Una vez que se abren las puertas y los chicos salen, la escuela deja de tener responsabilidad. De todas formas, hay cuidados que las maestras y directores siempre tienen, por ejemplo, si a un niño no lo han ido a buscar, las autoridades de la escuela se quedan hasta que eso ocurra”, expresó Soto.
