A trece días hábiles del inicio de las clases, comenzó ayer sin acuerdo la paritaria docente, la más numerosa y decisiva de las negociaciones salariales entre el Gobierno y los gremios estatales. El Ejecutivo provincial ofreció un aumento salarial escalonado en tres etapas de 6% tanto en el básico como en el estado docente -en maestros- y en básico y código 2008 (en celadores).
La oferta contempló una primera etapa de enero a abril (con pago retroactivo al primero de enero); la segunda desde mayo a agosto y la última de setiembre a diciembre. Tras dos horas de reunión, el SUTE rechazó el 19,1% que resulta de la triple aplicación acumulativa del 6%.
El ofrecimiento significó "un aumento del salario docente de grado de hasta 3.250 pesos" y representó "una suba de 480 pesos en el salario de bolsillo de un celador en setiembre y de 726 pesos para un docente de grado con diez años de antigüedad en ese mismo mes", según el gremio.
"Es menos que el aumento (de 800 pesos) del año pasado", hicieron notar los paritarios del SUTE, lo que significa que el piso de suba con el que se maneja el gremio es el de igualar el incremento conseguido en dos etapas en 2012.
"Los miembros paritarios del Gobierno nos dijeron que esto es un piso y esperamos que así sea y que con lo que les dijimos se den cuenta de que el aumento no puede ser menor que el año pasado", insistió el secretario general del sindicato, Javier Guevara.
El jueves que viene se llevará a cabo la segunda reunión, cuando sólo falten nueve días hábiles para el comienzo de un ciclo lectivo cuya normalidad depende de un entendimiento previo en la Subsecretaría de Trabajo.
Toda oferta del Gobierno que acepte la conducción del SUTE debe ser discutida en los colegios, en los plenarios departamentales y en el plenario general, en un proceso que demora unos cinco días.
"Si en la próxima reunión no tenemos una mejora en la oferta seguramente iremos al paro", amenazó Guevara.
"(El jueves) vamos a traer una nueva oferta", confirmó el miembro paritario del Gobierno, Mauricio Guzmán. Trascendió que en la Casa de Gobierno se evalúan mejoras a partir de la equiparación de las asignaciones familiares provinciales con las nacionales, tema presente en las negociaciones.
Mientras tanto, el SUTE se mostró proclive a aceptar que la próxima oferta del Gobierno tenga los mismos tiempos de triple escalonamiento que la rechazada ayer.
En la Subsecretaría de Trabajo ayer se pudo ver a docentes partidarios de la Lista Celeste, que conduce el gremio, y también de la lista opositora "Marrón", quienes reclamaron "un básico de 7.000 pesos". Estos últimos reiteraron su desconfianza sobre la conducción del gremio. En el mes de julio se llevarán a cabo elecciones en el sindicato docente mendocino.
También estuvieron presentes los dirigentes del Sindicato de Celadores, que ayer instalaron una carpa de protesta. Miguel Sosa y Osvaldo Vilches se quejaron una vez más porque su organización no participa de la discusión paritaria, subrayaron que "el SUTE no nos representa porque es un gremio de docentes" y afirmaron que "tenemos un básico de 891 pesos y venimos a pedir uno de 1.500 pesos".
En la Nación, el Ministerio de Educación espera alcanzar esta semana un acuerdo con los gremios docentes. Esto sería decisivo ya que existe el compromiso del gobierno mendocino de respetar ese acuerdo.
El pasado 21 de enero, el ministro de la cartera educativa, Alberto Sileoni, se reunió con a los titulares de Ctera, UDA, Sadop, Amet y CEA y recibió el reclamo de una suba del salario mínimo del 30,3%, para llevarlo de $ 2.800 a $ 3.650.