El máximo tribunal de Brasil suspendió ayer una investigación sobre las finanzas del hijo del presidente Jair Bolsonaro, diciendo que los primeros pasos de la pesquisa no fueron autorizados por un juez.
Fiscales de Río de Janeiro investigan 48 depósitos que Fabrício Queiroz hizo en la cuenta del senador Flávio Bolsonaro en el 2017. Queiroz trabajó como chofer del legislador.
Sin embargo, el presidente del Supremo Tribunal Federal, José Dias Toffoli, falló que la agencia de control financiero del gobierno debería de haber conseguido autorización judicial antes de comenzar a investigar las finanzas del legislador.
El fallo es válido hasta el 21 de noviembre, cuando está programado que se examine el caso durante una sesión con el pleno.
Flávio Bolsonaro niega haber cometido delito alguno.
El ultraderechista sostuvo que la serie de pequeños pagos que recibió de Queiroz fueron por la venta de inmuebles y que no ocultó la transacción de las autoridades.
Bolsonaro, quien ya fue legislador del estado de Río de Janeiro, fue elegido senador el año pasado en las mismas votaciones que dieron a su padre la presidencia de Brasil con un mensaje a favor de la posesión de armas y en contra de la corrupción.
La agencia de control financiero de Brasil reportó el año pasado que 74 empleados y exempleados de la legislatura estatal de Río de Janeiro hicieron transacciones bancarias sospechosas.
Queiroz, quien trabajó para los Bolsonaro durante años, vio pasar más de 300.000 dólares de su cuenta bancaria a lo largo de un año, dijo el organismo controlador.
Queiroz dijo hace unos meses que esos fondos provenían en su mayoría de la compra y venta de autos. Él también le pagó 6.400 dólares a Michelle Bolsonaro, esposa del presidente actual. El mandatario dijo que esa cantidad era parte de un préstamo que él le hizo al chofer.
Filtraciones
El máximo tribunal brasileño dijo también que la Justicia debe revelar si existe alguna investigación sobre el periodista estadounidense Glenn Greenwald, cuyo sitio, The Intercept, publicó filtraciones que muestran una colusión entre el ministro de Justicia Sergio Moro y los fiscales en el caso Lava Jato.