La Federación del Colegio de Abogados ratificó la dura sanción dictada por el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados de la Tercera Circunscripción, que suspendió por dos años las matrículas de los letrados Fabricio Abruzzese y Roberto López, ambos procesados por estafa.
“En el caso de Abruzzese la sanción quedó firme y no podrá ejercer como abogado durante dos años. Se trata de una medida que vamos a comunicar en esta semana a los tribunales”, comentó Víctor Sosa, presidente del Colegio de Abogados del Este: “La situación de López es distinta porque él y por segunda vez, decidió apelar la sanción de nuestro Colegio y ahora será la Corte quien resuelva”.
Abruzzese y López fueron procesados por estafa hace cinco años, durante la primavera de 2012 y junto con Antonio Di Pascuale (67), ex marido de Teresa Espejo (58), una mujer que en medio de "maniobras delictivas" perdió su casa en 2011 y terminó desalojada junto con sus hijos.
El caso ocurrió en San Martín y el procesamiento dictado en 2012 por la Cámara del Crimen lleva firma del juez Eduardo Orozco, que en aquel momento también procesó al escribano Víctor Ojeda, por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Víctor Sosa confirmó que las sanciones impuestas a Abruzzese y López están originadas en aquella denuncia por estafa, que hoy los tiene procesados, y que se trata de “la medida más grave” entre las que puede dictar el Tribunal de Ética.
“Cuando se hace una denuncia al Colegio de Abogados, primero se establece si amerita una causa y en ese caso, el expediente pasa al Tribunal de Ética, que evalúa y resuelve la sanción, que puede ir desde el llamado de atención a la suspensión de la matrícula. En ese caso, el máximo es de dos años”, comentó Sosa y subrayó que en el Este mendocino sólo hay un antecedente con una sanción tan grave.
Fabricio Abruzzese no podrá ejercer como abogado por los próximos dos años y Roberto López deberá esperar a que la Suprema Corte resuelva. En cualquier caso, la sanción ética que han recibido es independiente del curso que lleva adelante la causa penal, que los tiene procesados por estafa.
Ese caso arrancó en 2007, cuando Teresa Espejo y Antonio Di Pascuale compraron una casa en San Martín. La operación se realizó con contrato de compraventa a nombre del matrimonio, pero la escrituración no se hizo. En 2009 y por una serie de actos violentos, Di Pascuale fue excluido de la casa y, para la investigación, allí fue que el hombre pergeñó la idea de vender la casa a escondidas de su esposa.
En 2010, la señora Espejo descubrió que en las boletas municipales, la vivienda comenzaba a figurar a nombre de un tal Fabricio Abruzzese. La señora fue a la escribanía donde había hecho el trámite de compra y allí se enteró que se la habían transferido. En febrero de 2011 fue desalojada por orden de un Juzgado de Paz.
De la lectura de la resolución firmada por el juez Orozco se desprende que en 2010, Di Pascuale engañó a la dueña originaria de la casa, Diolinda Gutiérrez (75), a quien le hizo creer que tres años antes le había pagado la vivienda con dinero suyo y que su esposa no tenía derechos sobre la casa.
Di Pascuale dijo a la señora Gutiérrez, que aquella escritura que no se hizo en 2007, la harían ahora pero a nombre de Abruzzese. Toda esa historia está detallada en un expediente de cinco cuerpos que a fines del año pasado fue elevado a juicio, aunque la defensa de los dos abogados ha pedido la prescripción de la causa.
"Este caso ya tiene más de 5 años y se ha ido dilatando por innumerables incidencias que han planteado los abogados acusados”, explicaron desde tribunales.