La semana pasada, toda la atención estuvo puesta en el gran estreno de la serie de Monzón, por Space (todos los lunes a las 22). Luego de esa transmisión doble, Clarín habló con Susana Giménez, quien dijo que vio el estreno "solita, en mi cama" y que le gustó. Que le molestaban los carteles de anuncio en pantalla (salvo el de la línea 144) y que al principio le costó entender el relato en dos líneas de tiempo, de la infancia al verano del '88, con el homicidio de Alicia Muñiz.
Apenas terminó el capítulo doble de Monzón, Susana Giménez se convirtió en uno de los personajes más buscados. Su opinión acerca de la biopic que bucea en las distintas facetas de Carlos Monzón -el chico humilde de Santa Fe con tanto hambre como sueños de gloria, el crack arriba del ring, el que se codeó con el jet-set, el que tuvo un apasionado romance con ella, el hombre capaz de asesinar a su mujer, Alicia Muñiz- fue requerida desde la madrugada misma del martes. Entre secadores de pelo que sonaban de fondo, atendió al diario porteño para contar la intimidad de su mundo de sensaciones: "La vi solita, en mi cama... Y confieso que me entretuvo mucho. ¿La verdad? Me gustó mucho. Igual vamos a ver cómo sigue", dijo.
Su crítica apuntó al modo de emisión. Se sinceró muy a lo Susana: "Me molestaban mucho los carteles que ponían todo el tiempo tapando las imágenes. Es como una película, viejo, no pueden poner cosas, una atrás de la otra, tipo 'Próximamente esto, próximamente lo otro'... Sí me parece bien que pongan el mensaje de la línea del 144 para proteger a las mujeres en casos de violencia de género. Pero los textos de más arriba estaban en letras chiquititas y medio que no se leía nada... Para mí eso hay que corregirlo, no podés poner tanta cosa en la pantalla porque te distrae".
Más acostumbrada a ver ficción a través del streaming -ella es fanática, entre otras, de las series españolas que emite Netflix-, se programó el lunes para estar a las 22 frente al televisor de su casa de Barrio Parque, a la vieja usanza.
-¿Qué sensación tuviste?
-Todavía no puedo decir mucho, porque lo que mostraron los dos primeros capítulos no es algo que yo haya conocido realmente desde adentro, así que no puedo juzgar si fue una recreación rigurosa. Pero creo que son escenas, como la de la muerte de Alicia, que se han hecho bien, verosímiles, porque me acuerdo de haberlas leído en los diarios y de haberlas visto en los noticieros, y sentí respeto en la reconstrucción de los hechos.
-¿La viste como una serie más?
-A mí me entretuvo como una buena serie, pero de alguna manera yo soy parte involucrada y entonces eso hace que la mire desde otro lugar.
Susana y Carlos Monzón fueron pareja durante casi cuatro años, entre el '74 -en pleno rodaje de "La Mary", película de Daniel Tinayre- y el verano del '78. Fue una historia de pasión desenfrenada, escándalo y glamour, de la que la serie se ocupará más adelante, cuando Celeste Cid la interprete en pantalla, en sus épocas de cabellera rojiza.
Sobre los actores elegidos (Jorge Román y Mauricio Paniagua como Monzón joven y adulto), "prefiero no opinar todavía. Esperemos que tengan más desarrollo. Es muy difícil encontrar el parecido de alguien a quien conociste mucho. Fijate lo que pasó con la serie de Sandro, que el chico que hacía de Sandro jovencito era igualito (Agustín Sullivan), pero en los otros casos no tanto. Tampoco hay que buscar calcos, se trata de recrear... Lo que pasa es que los americanos, ponele, si tienen que bajar 30 kilos o subir 20 para parecerse a alguien lo hacen".
Después de haber visto los dos primeros episodios -ya disponibles en Flow- reconoce que "la parte de su niñez yo no la conocía: así que me sorprendió muchísimo y me encantó cómo se trató el encuentro con Amílcar (Brusa, su entrenador, su guía, el que lo esculpió para campeón, a cargo de Fabián Arenillas)".
-¿Te gustó el modo de relato, repartido en una doble línea de tiempo, entre su infancia y el verano en el que mató a Alicia Muñiz?
-Al principio, cuando iban de acá para allá, de allá para acá, que era chico, que era grande, me confundía un poco con las fechas, pero después le agarré la vuelta.
-¿La vas a seguir viendo?
-Por supuesto. Pero veremos cuándo sigue... Tienen que avisar cuándo va, porque no te dicen nada, mucho cartel, pero ¿y?... La voy a ver, obvio, porque es una historia que me interesa. ¿Será todos los lunes?
En efecto, sí. Esta noche será la tercera entrega.