Veintiocho años después de su muerte, Salvador Dalí fue exhumado ayer para determinar si fue el padre biológico de Pilar Abel, una vidente de 61 años que asegura ser la única hija del gran maestro español del surrealismo.
La operación, a puertas cerradas, comenzó a las 20 hora local española (15 en Argentina) y se extendió por varias horas.
Una comitiva judicial levantó la losa de 1,5 toneladas que cubre la tumba en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, la localidad catalana donde nacieron tanto él como la vidente demandante.
Dos coches del equipo judicial, escoltados por los Mossos d’Esquadra, la policía regional catalana, llegaron en una furgoneta de una funeraria con un ataúd de plástico gris.
En la entrada del museo había decenas de curiosos detrás de unas vallas amarillas, y numerosos periodistas pertrechados de cámaras.
“Un día como éste lo vivo con bastante sentimiento, porque me recuerda el día de su muerte”, dijo Mario Lorca, ex alcalde de Figueras que presenció el entierro del artista en 1989, tras haberlo frecuentado los seis últimos años de su vida.
Según él, el maestro del surrealismo estaría encantado con el despliegue de ayer. “Hoy, Dalí lo estaría disfrutando, porque se sentiría como en su ambiente”.
Algunos vecinos, en cambio, se mostraron perplejos por el caso.
“Él amaba mucho a su mujer” Gala, ex pareja del poeta francés Paul Eluard, “pero la amaba sin sexo y era un ‘voyeur’. Por eso la gente de aquí consideramos que es muy difícil que pueda tener un hijo. Esta mujer yo creo que se ha inventado esta historia para conseguir dinero”, dijo Lidia, que asegura haber conocido a Dalí cuando ella tenía 13 años.
Las muestras del cuerpo embalsamado se tomaron en la misma tumba a partir de restos óseos y piezas dentales, y se enviaron al Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid para cotejarlas con el ADN de la demandante.
Dalí y su patrimonio
El pintor catalán falleció en Figueras el 23 de enero de 1989 a los 84 años, tras compartir buena parte de su vida con Gala, musa que aparece en muchos de sus cuadros y con la que no tuvo hijos.
La exhumación fue ordenada a fines de junio por la justicia, en respuesta a la demanda de paternidad presentada por Pilar Abel Martínez, que en caso de probar su filiación podrá reclamar al menos una cuarta parte de la herencia del pintor, según su abogado.
Queda por ver si los químicos usados para preservar el cuerpo del artista han dañado su información genética, según indicó Narcis Bardalet, el experto forense que embalsamó a Dalí.
Los detalles de la exhumación se divulgarán hoy en una conferencia de prensa, pero la respuesta a la pregunta de si la pitonisa es hija o no de Dalí no se conocerá recién dentro de varias semanas.
Las pruebas se presentarán además en un juicio previsto para el 18 de setiembre, según detalló Enrique Blánquez, abogado de la mujer demandante.
“Hoy es un momento muy intenso para Pilar; por fin se va a quitar una duda que tenía desde hace mucho tiempo, y está convencida de que el resultado va a ser positivo”, dijo el letrado ayer.
Pilar Abel aseguró por su lado que si pierde la demanda seguirá defendiendo su hipótesis. "Digamos que esto no acaba aquí", aseveró.
Un relato incompleto
La herencia, que incluye propiedades inmobiliarias y cientos de cuadros, se encuentra enteramente en manos del Estado español, y está gestionada por la Fundación Dalí. El patrimonio de ésta era de casi 400 millones de euros a fines de 2016, según la memoria anual.
Si Pilar Abel demuestra la filiación, podría abrir otro pleito para reclamar parte de la herencia, aunque de momento aseguró que lo que más le importa es “saber la verdad” sobre su identidad.
Según su relato, que presenta ciertas lagunas, su madre conoció a Dalí trabajando como sirvienta en casa de unos amigos del pintor en el pueblo catalán de Cadaqués, donde éste pasaba largas temporadas en su casa de Port-Lligat.
Una vez embarazada, se casó con otro hombre y meses después nació ella, a quien, con apenas 8 años, su abuela le habría revelado su supuesta identidad.
Su madre le confirmó en 2007 esta historia y, según sostiene Pilar Abel, cuenta con otros testigos conocedores de la presunta relación “encubierta” que mantuvo Dalí con su progenitora, ahora de 87 años y enferma de Alzheimer.
Otras celebridades exhumadas
Para algunas personalidades célebres, el entierro es sólo un “penúltimo” descanso, al igual que ocurre ahora con el cuerpo de Salvador Dalí, otras personalidades célebres fueron exhumadas en el pasado para aclarar demandas de paternidad o dudas sobre su muerte.
Pablo Neruda (1904-1973): El poeta y premio Nobel chileno fue enterrado cuatro veces, la última de ellas en abril de 2016. Desde su muerte, oficialmente por cáncer, se planteó la sospecha de que había sido asesinado por la dictadura de Arturo Pinochet.
El escritor fue enterrado por primera vez en Santiago, pero su cuerpo fue trasladado en dos ocasiones, la última de ellas a Isla Negra. Sus restos fueron exhumados en 2013 y analizados en laboratorios de varios países, pero ninguno halló señales de envenenamiento.
Simón Bolívar (1783-1830): El entonces presidente venezolano Hugo Chávez ordenó en 2010 exhumar los restos del héroe de las independencias sudamericanas. Los análisis científicos no lograron aclarar si el gran mito venezolano murió de tuberculosis o si, como sostenía Chávez, fue envenenado.
Yasser Arafat (1929-2004): El ex presidente palestino murió en París por causas naturales, aseguraron autoridades. Su viuda, sin embargo, apuntó desde un principio al asesinato, una hipótesis en la que creen muchos palestinos.
La tumba en Ramalá, capital de Cisjordania, fue abierta en 2012. Un equipo suizo encontró en un primer momento restos de polonio 210 en las pruebas tomadas, pero expertos rusos y franceses rechazaron ese hallazgo.
Juan Domingo Perón (1895-1974): El cuerpo momificado del tres veces presidente argentino fue exhumado en 2006 del cementerio de Chacarita, en Buenos Aires, para aclarar la demanda de paternidad de una mujer entonces septuagenaria.
El ADN rechazó esa posibilidad. Los restos del líder justicialista habían sufrido ya un incidente macabro en 1987, cuando su tumba fue profanada por desconocidos que le cortaron las manos.
DPA