Superman asciende

Se estrena hoy "El hombre de acero", la película que intentará reubicar al personaje en lo alto del podio de los superhéroes.

Superman asciende
Superman asciende

Fue el primer gran superhéroe de los comics, de la historia. Sin embargo, en los últimos años se devaluó, se “añoñó”. Quizás fue la falta de renovación o de impacto que tuvieron las últimas películas sobre él, quizá el hecho de que ningún director se animó a hacer el giro que oxigenara su perfil. Para cambiar ese destino y cumplir con un acto de justicia poética, el director Zack Snyder (cuya experiencia dirigiendo films heroicos abarca desde “Watchmen” a “300” y “Sucker Punch”) y el productor y guionista Christopher Nolan (el responsable de revitalizar y oscurecer a “Batman”) decidieron sacar las herramientas de primeros auxilios y hacer un ejercicio cinematográfico de reanimación. Así, presentan ahora el nuevo film sobre Superman, “El hombre de acero”, que llega hoy a las salas de todo el país.

El editor de los comics de DC de Superman en las décadas de 1950 y 1960, Mort Weisenger (que también supervisó la serie de tevé interpretada por Georges Reeves) solía decir que Superman resistía hasta los malos guiones. Sin embargo, el tiempo ha refutado esa opinión. Ahora, el nuevo film es una oportunidad de devolverle al superhéroe la entidad que se disolvió en los últimos años, al lado de ídolos más oscuros (Batman), más carismáticos (Ironman) o más cercanos a las nuevas generaciones (El Hombre Araña).

La creación original de Jerry Siegel y Joe Shuster estaba basada en imagen y semejanza con el actor Douglas Fairbanks. En los primeros comics, Superman no volaba (apenas saltaba alto), no tenía el característico bucle castaño en la frente que popularizó luego el actor Christopher Reeve y carecía de algunos poderes que luego se le atribuyeron. Pero ya estaban sentadas las bases de su origen: era un extraterrestre, nacido en el planeta Krypton, que era enviado a la Tierra para sobrevivir. De perfil bajo, el joven adoptó el nombre de Clark Kent y creció en un pequeño poblado. La serie “Smallville” creó infinitos capítulos con esa historia del origen y la idea del nuevo film es retomar esa arqueología del superhéroe.

El principio

La película comienza por donde debe comenzar: un niño pecoso que un día, mientras juega entre espigas al aire libre, se ata al cuello una manta roja para jugar. Como un guiño generacional a todos los niños que crecieron en las décadas de popularidad del héroe, esa imagen iniciática es el puntapié de la historia de este nuevo relato.

Porque la búsqueda del pequeño Clark Kent empezará por dentro. Al descubrir que tiene poderes (ser diferente a los demás, en plena infancia, no es fácil ni para Superman), el joven emprende el viaje para descubrir quién es, de dónde viene y a qué vino a la Tierra. Algo que puede preguntarse cualquier persona, aunque pocas se toparán en la respuesta con semejante responsabilidad: el niño descubre que puede salvar al mundo, convertirse en un símbolo, ser un mesías de capa voladora.

Los nombres

Henry Cavill, de la serie “The Tudors” y el primer actor británico en interpretar al héroe americano por excelencia, se pone el traje renovado (los toques de diseño de los nuevos trajes son un must de las nuevas versiones de cualquier superhéroe, que está obligado a desprenderse de calzas y mallas pasadas de moda) para encarnar a un nuevo Superman. Casi como un juego casual, su padre biológico en Krypton, Jor-El, está interpretado por Russell Crowe, el actor de “Gladiador” (Gladiador, justamente, era el primer nombre del personaje, una especie de proto-Superman creado en un comic de 1931 por Siegel y Shuster); mientras que su padre adoptivo en la Tierra está encarnado por Kevin Costner (fue otro tipo de héroe cuando interpretó a Eliot Ness en “Los intocables”).

Amy Adams le pone el cuerpo a Luisa Lane y Laurence Fishburne es el jefe de Clark Kent en el diario en el que trabaja, el Daily Planet. Esta vez, los villanos son compatriotas kryptonianos: el General Zod (Michael Shannon) y Faora (Antje Traue).

El guión fue escrito por David S. Goyer, quien trabajó junto a Nolan en la última trilogía de Batman. Goyer se inspiró en los personajes de los libros de Siegel y Shuster, pero el abordaje de la historia esta vez, fue distinto. “Nos acercamos a Superman como si no fuera una película de comics, sino un film sobre algo real. Él es un extraterrestre. Si el mundo se enterara de su existencia, sería la mayor noticia en la historia de la humanidad. Sólo su existencia cambiaría la Tierra para siempre”, explicó el guionista.

Y no es ese el único cambio: esta es la primera película sobre el personaje que no usa la palabra Superman en el título, como si el ejercicio de no nombrarlo fuera una manera de rescatarlo del olvido.

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