El cordobés Néstor Girolami (408) se consagró hoy bicampeón de Súper TC2000, tras dominar de punta a punta la actividad de la última fecha de la temporada y al cabo imponerse en la final disputada en el autódromo "Rosendo Hernández" de San Luis.
El piloto de Isla Verde, ganador de los entrenamientos y la clasificación del sábado, y quien hasta aquí había ganado dos carreras en esta temporada, fue escoltado por el tandilense Leonel Pernía (Fluence) tanto en la carrera como en el campeonato.
Siete pilotos llegaron con posibilidades de ser campeón a la definición del torneo en el trazado puntano de 4.500 metros, aunque la lupa se centró tras la actividad del sábado en el desempeño de Girolami y Pernía tras ocupar el primer y segundo lugar respectivamente en la sesión de ordenamiento.
Es que esa circunstancia los obligó a compartir la primera fila de la grilla de largada, y tal como se preveía, la lucha fue intensa en los primeros metros de la carrera.
En medio de ese río revuelto, José Manuel Urcera y Agustín Canapino, quienes también contaban con chances de adjudicarse la corona, quisieron calzarse el traje de pescadores pero no pudieron.
La chance desaprovechada por el rionegrino y el arrecifeño fue capitalizada Pernía, quien se quedó con la ganancia tras superar a "Bebu" y pasar a comandar la carrera.
Girolami, a sabiendas de que el triunfo parcial consagraba al tandilense, no se dio por vencido, buscó por todos los medios a Pernía e incluso lo llevó al roce, lo desestabilizó y lo mandó de excursión a la tierra.
Sin embargo, el "Tanito" pudo volver a pista después de controlar el Fluence y "Bebu", que luego fue apercibido, le dejó el primer lugar.
Con cierta tranquilidad manejó luego Pernía, pero su auto no quedó en las mejores condiciones luego de aquella acción y las consecuencias se reflejaron en la vuelta 8, cuando se pasó en una curva y Girolami lo superó.
"Después del toque el auto me quedó muy mal. (Girolami) me pega mal de atrás, sin necesidad, me hace ir por la tierra, me desalinea el auto y no lo podía llevar. Después tuvo más que yo", comentó el piloto del equipo Renault.
De esa manera, el piloto de Isla Verde pasó nuevamente al frente de la competencia y sacó una buena diferencia con respecto a su escolta Pernía, al que le costaba seguirle el ritmo.
El cordobés dosificó desde allí y hasta el final de la carrera el desgaste de sus neumáticos y la diferencia en la punta, y así consiguió retener la corona que por primera vez había obtenido en 2014.
"Leo se comportó como un caballero, pido disculpas por el golpe, no lo pude evitar. Lo esperé tres o cuatro vueltas para no usar esa maniobra como sobrepaso. Fue al límite. Busqué por adentro, cubrió bien y cuando vuelvo lo enganche en el paragolpes trasero", repasó Girolami.
El futuro del flamante bicampeón dentro del equipo Peugeot y de la categoría es una incógnita y de momento su destino confirmado para 2016 es el Stock Car brasileño.