El binomio de Chevrolet conformado por Agustín Canapino y su invitado Guillermo Ortelli se impusieron ayer en la undécima edición de los 200 Kilómetros de Buenos Aires llevados a cabo sobre el circuito número 9 del autódromo porteño Oscar y Juan Gálvez.
La categoría de los motores V8 regresó al Coliseo porteño luego de dos años y 45.000 personas dijeron presente pese a las malas condiciones climáticas durante la carrera que estaba pactada a 60 vueltas y finalizó por tiempo a raíz de la intensa lluvia que se desató.
Para ambos pilotos fue la primera victoria en la clásica competencia, mientras que la marca del moño dorado volvió al éxito tras aquel logrado por Matías Rossi y el suizo Alain Menu en 2006 con un Astra. Los fieles a Chevrolet relegaron al Toyota Corolla de Rossi-Gabriel Ponce de León y al Renault Fluence de Christian Ledesma-Mauro Giallombardo.
Ortelli fue el encargado de largar la final desde el segundo cajón y desde el comienzo mantuvo una interesante lucha con el brasileño Valdeno Brito (invitado de José Manuel Urcera), con toques incluidos.
En la tercera vuelta cambió el panorama porque empezó a llover, por lo que todos ingresaron a los boxes para colocar neumáticos para piso mojado. En ese momento, Ortelli padeció un leve despiste pero pudo regresar a la pista.
Con el correr de los minutos, la lluvia se hizo cada vez más intensa y la visibilidad era cada vez menor. Ponce de León marchaba en el mejor lugar y su escolta fue Ortelli, que consiguió dar cuenta de Rafael Morgenstern (Toyota Corolla) antes de la 25ª vuelta que habilitaba al cambio de pilotos.
La avanzada del múltiple campeón de Turismo Carretera continuó en el 27º giro superando a Ponce de León que, minutos después, se despistó con Morgenstern y Facundo Chapur (Peugeot 408) pero pudo seguir en carrera mientras el auto de seguridad aparecía.
La velocidad se reanudó en la 31ª vuelta. Ya con Canapino arriba del Chivo, mantuvo el liderazgo que le dejó Ortelli y se dedicó a mantener la diferencia con el Granadero que, en sorprendente ritmo, superó a la Rana para volver a subir al podio en los 200 Kilómetros, algo que Giallombardo también disfrutó por tercera vez.
