La gama media de smartphones, aquella que ofrece aceptables terminales a un accesible precio, encontró su mayor acierto en la línea G de Motorola. Desde su irrupción en el mercado en 2013, se convirtió en la favorita de la categoría y se aggiornó lo suficiente en seis generaciones y actualizaciones. Para mantener a salvo su liderazgo, la empresa presentó en sociedad los cuatro integrantes de su familia: G7 Play, G7 Power, G7 y G7 Plus.
La memoria RAM se ubica entre los 2 y 4 GB, el almacenamiento interno arranca en los 32 GB, el Android es limpio y hay notch en las pantallas, al mejor estilo de la línea X de iPhone o de los últimos de las factorías orientales Xiaomi y Huawei.
El Moto G7 Play es el más económico de la nueva línea, que no aporta muchas novedades respecto al de sexta generación, integra un procesador Qualcomm Snapdragon 632, una pantalla de 5,7 pulgadas, 32 GB de ROM (expandible hasta 256 GB con tarjeta SD) y apretados 2 GB de RAM. Hay una cámara frontal (8 megapíxeles) y otra trasera (13 megapíxeles).
De no ser suficiente, puede seguirse con el G7 Power, con 6,2 pulgadas de pantalla, una RAM de 4 GB y una interna de 64 GB. Estas mejoras se potencian con una batería de 5.000 mAh, que brinda una autonomía superior a la del G7 Play (3.000 mAh). Para los detallistas, el notch es más ancho que el de su hermano menor.
En el Moto G7, el estándar de la familia, las diferencias no son tan marcadas. La pantalla es del mismo tamaño, aunque con un notch en forma de gota central más elegante y menos intrusivo a la vista. El procesador se modifica al Snapdragon 636 y, si bien la batería es igual a la del G7 Play, suma posibilidad de carga rápida a 15 vatios. Quienes buscan opciones para la fotografía, aquí la cámara es dual en la parte trasera (12 y 5 megapíxeles), lo que trae beneficios en profundidad, luz y foco.
El más caro del grupo es el G7 Plus, también de 6,2 pulgadas con un notch central.
Como su subordinado más próximo, goza del procesador de ocho núcleos y arquitectura de 14 nanómetros, junto a 4 GB de RAM y, nuevamente, 64 GB de ROM.
En fotografía no trae demasiados upgrades: incorpora un sensor de 16 megapíxeles bajo una lente con apertura f/1.7 y otro sensor secundario para la profundidad de 5 megapíxeles y lente con apertura f/2.2. Atención fanáticos de las selfies: la cámara frontal pasa de 8 a 12 megapíxeles.
Como perlita, para los que prestan atención a la estética, los móviles llegarán en todas las versiones de color disponibles: negro, rojo, blanco y azul. El violeta será exclusivo del Moto G7 Power.
A la espera de la presentación formal en el próximo Congreso Mundial de Móviles en Barcelona (del 25 al 28 de febrero), los precios de los Moto G7 fueron anunciados. El Moto G7 Play cuesta 169 dólares; el Moto G7 Power, 240 dólares; el Moto G7, 283 dólares; y el Moto G7 Plus, 340 dólares. Valores bastante accesibles y competitivos para lo que ofrecen, aunque con poco que hacer ante el Huawei P Smart o el preferido Xiaomi Mi A2.
¿Vuelve el Razr?
Recientemente, los nostálgicos celebraron las intenciones de Lenovo para traer de regreso el Motorola Razr, el icónico celular con tapita de la década de los 2000, pero renovado con una pantalla plegable y compatibilidad 5G.
Según las fuentes consultadas por The Wall Street Journal, se estima que serán fabricadas 200 mil unidades, pero el dispositivo no será barato: el precio rondará los 1.500 dólares, por encima de los modelos insignia de Apple y Samsung.