El "Ratón" nació en Las Heras allá por el 24 de mayo de 1954. Ya festejó sus 65 y sigue hiperctivo y concentrado como cuando desandaba el lateral derecho de tantos clubes en toda la provincia. Claro, su cuna es Las Heras, y su amor por el Globo no desaparecerá jamás, pero por algo jugó tantos Nacionales (con Desamparados, con la Lepra y con Gimnasia, entre otros). Es simplemente, Rafael Giardini. El hacedor de un presente que ilusiona en la patria grande del norte, residencia de la Número 1, para muchos, la hinchada más grande de Mendoza. "Toda la vida viví en Las Heras, a una cuadra de la cancha." remarca orgulloso.
-No hay muchos casos de alguien que haya sido jugador, técnico y presidente del club del que es hincha.
- Y… (piensa), creo que acá en Mendoza, Sergio Vázquez (hombre ligado a San Martín toda su vida, pero que no nació en el Este provincial). Pero para mí, Huracán ha sido un desafío toda la vida. Huracán ha recuperado la credibilidad, la convocatoria y eso para mí ya es un logro.
- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
- Yo arranco en Huracán Las Heras, en el año 69. Con 15 años debuto en la Primera enfrentando a Mayor Drummond. Me puso Medardo Sosa, quien era el técnico del Globo. Estuve hasta el año 76, cuando me compró Gimnasia y Esgrima La Plata.
Después vuelvo a Huracán en el ‘83, hicimos un muy buen torneo, pero ya en el ‘84 coronamos el anhelo de toda una vida: ganar el torneo de la Liga Mendocina, algo que nunca el Globo había logrado. En el Apertura salimos subcampeones de Gimnasia, luego ganamos el Clausura a San Martín y allí sí, en la final del año primero ganamos 1 a 0 y luego 3 a 1, ambos en el estadio Malvinas, a Gimnasia. Logramos el título y la chance de jugar el Nacional ‘85 y ni bien terminó el Nacional, en el ‘86, me retiré aca en el Globo, casi con 32 años.
-¿Costó tomar esa decisión?
-Siempre escuchaba a los grandes jugadores decir: cuando uno está fastidioso por tal o cualquier cosa, es fija que llegó el retiro.
-Hoy la vida útil del jugador es más extensa.
-Ocurre que debuté con 15 años, ya tenía 17 años de primera y dije hasta acá llegué. Estaba bien, no había sufrido grandes lesiones, pero decidí que era el momento.
-¿Y tenías decidido ser entrenador?
-No… (piensa), llegué al club y estuve de ayudante de campo de Juan Carlos Murúa. Después me fui soltando solito. Dirigí Boca de El Bermejo, Lavalle, me tocó venir a Huracán. Tuvimos una linda participación. Aquellos torneos eran totalmente distinto a los actuales. Se clasificaban los mejores y se disputaba el Torneo de los 4, clasificatorio para los viejos Regionales. En el año ‘71 Huracán tenía mayoría de jugadores del club, Oviedo, Chiche Cáceres, Emilio López, Carlos Gómez, Víctor Sosa, Luis Ramos, Osvaldo García. Jugar en cancha de Independiente un torneo de Los Cuatro ante San Martín, con la envergadura del plantel que tenían ellos.
-Volvamos a ese primer título en la Liga Mendocina: año 1984. ¿Qué recordás de esa epopeya?
-Fue lo más grande que me tocó vivir con esta camiseta. Fue fabuloso. La mayor convocatoria que se recuerde de Huracán se dio en esa final ante Gimnasia del ‘84, y luego en el ‘85 ante San Lorenzo, ya jugando el Nacional. Fue un lleno total, pero la diferencia es que ante San Lorenzo era un equipo de Primera y eso era bueno, pero no permitió medir como en esa final del 84 ante Gimnasia, cuando la popular Norte, la platea descubierta, todas llenas con gente de Huracán. Recuerdo algo muy claro e increíble: con Pedro Fóppoli, otro de mis compañeros en ese equipo, salíamos del estadio, y el primer auto de la caravana ya había llegado acá a Las Heras. Bajamos por Juan B. Justo, Las Heras, San Martín hasta Roca, y eso era todo caravana.
Es que habíamos logrado algo increíble. Gimnasia llevaba una seguidilla de títulos impresionante, y nosotros se la cortamos.
Esa etapa, y los ascensos logrados en 2011 y 2016, son otras grandes alegrías. El primer Federal C que se gana en Tucumán fue una alegría increíble, en 2016 en Salta ante Central Norte. SE empató aca´y había que ir a jugar una patriada tremenda y se ganó. Son cosas que no se pueden olvidar. Como en 2014 cuando enfrentamos a Boca por la Copa Argentina. Otra vez, esa convocatoria en San Juan, llevando más de 15 mil personas, fue conmovedora.
- ¿Hiciste amigos en el fútbol?
-Me dejó muchos amigos el fútbol, pero tengo en cada plantel que integré. Es cierto que el fútbol tiene muchas ingratitudes, pero en los últimos años, he recibido mucha colaboración de la gente, del hincha.
Giardini, entrenador
Rafael recuerda que como DT, “fueron pocos años, un par de temporadas que dirigí, porque vi que para esa labor hay que tener una personalidad especial, hay que tener mucha capacidad, y ser hasta sicólogo. Después de dirigir acá, me alejé del fútbol y volví al club cuando a Huracán le costaba muchísimo todo.
-Y habiendo sido jugador y técnico, como presidente te cuesta no interferir con el entrenador de turno a la hora de armar planteles o esquemas?
-Si, me cuesta. Lo reconozco. Me cuesta no opinar, no hablar con el técnico porque es una realidad. Nunca me gustaron los equipos que buscan no arriesgar. Me gusta que el técnico haga su laburo, pero …
Y en cuanto al futuro, Giardini no duda en aseverar: “Tenemos la ilusión de salir de esta categoría. Sabemos que no es fácil, pero llevamos dos torneos en el Federal A y en ambos torneos hemos cometidos errores y no queremos repetirlos en esta tercera edición” y concluye analizando el Federal A: “Es una categoría profesional, donde debemos hacer contratos. Ocurre que el salto económico que se da a la B Nacional, es enorme. El apoyo de la TV, quintuplica todo. Siendo ordenados es más fácil participar en una B Nacional que en un Federal A”, concluye.
