A pesar de las bajas temperaturas, el cantante estadounidense Justin Timberlake puso ayer el Super Bowl al rojo vivo al interpretar en el entretiempo del juego entre los New England Patriots y los Philadelphia Eagles varios de sus éxitos y dedicar parte de la presentación a un homenaje a Prince.
El show, que tuvo lugar en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis, ciudad en la que nació Prince, fallecido en 2016, contó con un impecable juego de luces y cientos de bailarines que acompañaron al artista de 37 años por un recorrido de su carrera musical.
"Rock your body", "Señorita", "Sexy back", "Let me talk to you/My love", "Cry me a river", "Can't stop the feeling" y "Mirrors", fueron solo algunos de los temas que Timberlake eligió para su tercera presentación en un Super Bowl. En Minneapolis, el termómetro marcaba los 27 grados Celsius bajo cero.
En 2001 y 2004 Timberlake también fue el show central del Super Bowl con la banda *NSYNC y Janet Jackson, respectivamente. Con ésta última protagonizó uno de los episodios más recordados de las finales cuando un seno de la cantante quedó al descubierto.
En esta ocasión, el momento más emotivo llegó cuando en la mitad del campo apareció un holograma con imágenes de Prince y Timberlake pidió a los más de 66.000 asistentes encender las pantallas de sus móviles.
Seguidamente, Timberlake interpretó "I Would Die For You", uno de los éxitos de Prince, tocando el piano, mientras era ovacionado por el público.
Para el cierre, el también actor, quien esta semana lanzó su más reciente álbum titulado "Man of the Woods", subió a las gradas para tomarse selfies con decenas de asistentes a la gran final.
