Possumus Tech, una empresa especializada en servicios de Información Tecnológica (IT), comenzó a operar en San Rafael con cuatro programadores -en 2005- y en la actualidad da empleo a una planta de más de 90 profesionales. Diseña desde herramientas de gestión hasta la experiencia de usuario (tras su fusión con Koiron), con la meta de sumar valor a la propuesta de sus clientes. Mariano Gurrieri, CEO de esta “software factory”, habló sobre la transformación digital y el horizonte de la matriz productiva en Mendoza. Además, trazó un perfil de la firma que ganó presencia internacional y se transformó en partner de Microsoft y Google, entre otros gigantes tecnológicos.
-¿Cuál es el mayor talento de Possumus?
-El mayor talento de Possumus es su capacidad para poder generar valor en cualquiera de los segmentos de negocio en los que opera, y que eso sea percibido por nuestros socios. Esto es así porque en cualquiera de nuestras unidades nos enfocamos en aquellas disciplinas en las que sabemos que somos especialistas.
-¿Cómo se construye presencia internacional? ¿Cuál es su meta de crecimiento?
-El primer recuerdo que me asalta es que no nos ha resultado algo particularmente fácil poder construirla y que además no existe una única respuesta ante esta pregunta. Nosotros elegimos tener presencia en algunos mercados internacionales, pero de un paso a la vez, aprovechando algunas relaciones comerciales que pudimos desarrollar con el tiempo. Pretendemos crecer sostenidamente y que ese crecimiento sea orgánico, equilibrado y, sobre todo, respetuoso con nuestra cultura organizacional.
-¿Habían planeado ser partners de Microsoft o Google?
-Somos partners de Microsoft, Google, RedHat y Amazon. Cada una de esas relaciones se fue construyendo merced a operar proyectos conjuntos con estos “vendors”. Claramente conseguir esas relaciones nos posiciona en un lugar más ventajoso para servir mejor a nuestros clientes, porque siempre la entrega de valor es nuestro norte. Sin embargo, muchas cosas se dieron naturalmente, porque apareció la oportunidad y la aprovechamos.
-¿Por qué se enfocaron en la creación de plataformas digitales?
-Ésta es una pregunta que pega directo en nuestra unidad de negocios de software. Esta unidad se enfoca principalmente en la vertical de las finanzas y banca, por un lado. La gestión de contenidos (CMS), por otro. Hoy en día, lo normal es que consumás contenido con el móvil, lo que desemboca claramente en una plataforma digital, que se pueda consumir con una buena experiencia independientemente del canal o dispositivo que usés para consumirla. Adicionalmente los clientes necesitan conocer perfectamente a su consumidor, relacionarse con ellos y entender qué cosas los motivan y les generan expectativas. Agregar inteligencia y funcionalidad en esas plataformas es algo que hacemos bien.
-En su portfolio figuran Citroën y Hyundai, entre otras marcas automotrices. ¿Cómo se diseña la experiencia del cliente para este nicho?
-Ambas marcas nos contrataron por razones muy diferentes. Una necesitaba infraestructura de cómputo y le ayudamos a dimensionarla, implementarla y ponerla en marcha. En el otro caso, nos tocó diseñar para ellos sitios web atractivos de producto, con una excelente experiencia de navegación que permitiera a sus clientes poder “entender” los productos mediante vivencias multimediales.
-¿En qué se diferencia la experiencia, para un cliente de una bodega o una universidad?
-Independientemente de que usen la misma suite de herramientas para colaborar en línea, claramente sus necesidades son diferentes. Hoy más que nunca, a causa de la pandemia y con parte del equipo trabajando desde casa, el personal de una bodega necesita acceder a sus documentos de manera colaborativa y tener un repositorio unificado para toda la información. Las herramientas deben satisfacer los requerimientos de un objetivo comercial claro. Para un estudiante, la necesidad transita por la posibilidad de seguir incorporando conocimientos y realizando sus actividades académicas eficientemente. Afortunadamente, ambas necesidades se cubren de manera específica con Microsoft 365. La presencia de Microsoft en la empresa es cada vez más importante. Solamente nosotros hemos realizado más de 120 implementaciones en el ámbito privado en el último semestre, contando implementaciones en Argentina y en España. A nivel educación, hay tres universidades y cinco escuelas -en Mendoza- que totalizan más de 4.000 estudiantes usando activamente esta suite.
-¿Cuánto coopera la tecnología en el branding?
-Me parece que la respuesta tiene múltiples aristas, porque se puede abordar una marca desde diferentes perspectivas. Actualmente, acelerado por el aislamiento a causa de la pandemia, está ocurriendo un proceso de transformación en el cual las marcas deberán evolucionar para estar presentes en la vida digital de la sociedad. No cualquier proceso tecnológico colaborará con la construcción de la identidad de una marca, porque éste tiene que estar alineado a una estrategia, pero hoy una marca sin tecnología no está presente en la cabeza del consumidor.
-La pandemia expuso la necesidad de un cambio. ¿Hacia dónde apunta esa transformación?
-Creo que los cambios que eran necesarios ejecutar, en términos de transformación digital, deben acelerarse en virtud de esta circunstancia del Covid-19. La necesidad ya existía y lo que sucedió es que la pandemia funcionó como catalizador para que los cambios se produjeran. Ahora, hacia dónde apuntan es variable, porque depende de las necesidades de la industria. Cualquier proceso tiende a adecuarse a las nuevas reglas del mercado, a un mundo que también funciona online. En la actualidad desaparecen trabajos y aparecen otros nuevos. La transformación tiene muchas caras. Un denominador común, en todo este proceso, es la innovación que persigue la reducción de costos y de las tareas innecesarias.
-¿En dónde se debe poner el acento para que sea efectivo el trabajo remoto?
-Creo que de fondo hay un cambio de visión y paradigma para que el trabajo remoto sea efectivo. Un cambio de mindset: ya no se mide sino que se fijan objetivos. Una parte fundamental de ese cambio mindset tiene que ver con la confianza, con la agilidad, con evitar a toda costa trabajos que no agregan valor. Todo el esfuerzo debe concentrarse en que las tareas sean necesarias para estar alineadas con el objetivo del negocio. Hoy el teletrabajo es una realidad mucho más presente en algunas actividades que otras, pero en aquellas en que es aplicable al 100%, la máxima es la autogestión y la autonomía.
-¿Qué necesitaría Mendoza para dar este salto tecnológico?
-La provincia está transitando este salto. Hay datos que son muy prometedores y otros que son perfectibles. El año pasado se generaron 3.500 nuevos puestos laborales en la industria de la economía del conocimiento y Mendoza capturó el 30% de esos trabajos. Considerando el ecosistema de la economía del conocimiento en la Argentina, que nuestra provincia haya capturado ese porcentaje habla muy bien del sector. El gobierno tiene que acentuar ese trabajo y apoyar, con políticas estatales, la generación de nuevos profesionales.
-¿Cómo será la matiz productiva de nuestra provincia?
-Claramente la matriz productiva tiene que transformarse. Creo que un sector de la sociedad marca que eso hoy está sucediendo, pero tenemos que tener el coraje de discutir estos temas en profundidad y apoyar esa transformación decididamente. Deberíamos abrazar los cambios y acometerlos con mayor impulso y decisión, de forma tal de entrar de lleno a un mundo que está virando hacia la industria de los servicios, del valor agregado. Ese tren pasa una sola vez y éste es el momento de subirse. Indudablemente la provincia tiene que contemplar que una economía basada en la industria del conocimiento, es una economía a prueba de futuro y que todo lo que hagamos en ese sentido es garantía de éxito.