Juan Bochaca: “Todo el tiempo nos estamos reinventando en las cosas simples”

Por la crisis, el empresario de un salón de eventos transformó su emprendimiento en un restaurante de campo. Los desafío y el proceso, en primera persona.

Juan Bochaca: “Todo el tiempo nos estamos reinventando en las cosas simples”
"Creo que hay modelos de “negocio” mucho más cerca de lo que nos apasiona, de la gente, de lo sustentable", destacó Bochaca. Foto: José Gutiérrez / Los Andes

“No te pagan por lo que sabes, sino por resolver problemas', creo que es una gran frase de Fernando Del Vecchio… debería estar en nuestras tarjetas personales o al menos en la mía”, sostiene Juan Bochaca. En los últimos 20 años, como emprendedor desarrolló un estudio de comunicación y diseño especializado en el área vitivinícola y luego pasó a la gestión de un salón de eventos, buscando una salida laboral frente a la crisis del coronavirus construyó la marca Distrobox encargada de la distribución de productos alimenticios, mientras que -junto a Fernanda Pelichone- planeaban transformar “Casa de campo. Eventos” en un restaurante de campo. Los nuevos desafíos y el proceso de reconversión, contados en primera persona.

-¿Cómo es reinventarse en la crisis?

-Cuando juntamos los conceptos “reinvención” y “crisis” nos hace ruido la situación, pero si le quitamos la idea trágica que instalamos en nuestra cabeza, nos damos cuenta que todo el tiempo nos reinventamos en cosas simples: desde los juegos de niños, los intereses cuando somos estudiantes o nuestras capacidades como profesionales. Es así de “simple” porque estamos preparados para ello, somos seres con muchas aptitudes, gustos y competencias que la mayoría de las veces no usamos ni desarrollamos. Reinventarse es darle una oportunidad a otro camino que nos interesa, pero hace falta una “crisis” para que nos empuje a transitarlo.

-¿Qué significa para vos emprender?

-Para los de la “Generación X”, como es mi caso, tenemos una visión distinta de emprender a la que tienen un millenial o nuestros abuelos, y eso habla de momentos y de herramientas diferentes. Creo en no dejar tus intereses y pasiones fuera de la vida laboral porque la mayoría lo hacemos, allí está la diferencia con los que vuelcan sus intereses, capacidades y pasiones en un proyecto, saltan cualquier brecha y tienen muchas más posibilidades de ser exitosos. Creo que emprender es generarle un horizonte viable a nuestros sueños.

-¿Cuál es tu fortaleza?

-En principio, son bastante menos que mis “debilidades” (se rie). Igualmente si tuviera que analizarme un poco, te diría que la empatía, el compromiso y la flexibilidad siempre están presentes en cualquier proyecto y en ese sentido siempre hay un compromiso real.

- Desarrollaste y comunicaste marcas, ¿qué atributos tiene Casa de Campo. Eventos?

-Tenemos un diferencial de trayectoria, con más de 250 eventos organizados, un compromiso serie y en serio con el cliente, con un servicio personalizado (catering, barra, livings y otras comodidades), pero fundamentalmente por entender el negocio y la necesidad del cliente. No somos una empresa “despersonalizada” que le perdió el rastro a sus públicos, sino un equipo de trabajo que sabe y que se orienta hacia el cliente de manera sincera, en un momento tan trascendente como lo es su boda o una celebración empresarial, donde hay muchas cosas en juego. Sabemos que puede haber errores, lo comunicamos claramente, y estamos allí para solucionarlos porque entendemos lo especial del momento.

-¿Qué demandaba el mercado en tu época del estudio de comunicación y que demanda hoy?

-El mercado y los clientes hoy tienen un registro diferente del tiempo, de la inmediatez, de las soluciones “fast food” y de las comunicaciones empresariales y personales atravesadas por las redes sociales. Igualmente, como ejemplo, me sigue sorprendiendo algo que también me sorprendía hace muchos años y es que muchas empresas sin importar su rubro o tamaño no tienen en claro que el cliente es su fin último y no actúan en consecuencia. Creo que en este punto, cuando la marca se despega de un simple nombre, imagen o estrategia planeada, y atiende la necesidad del cliente (todos los somos) desde un lugar sincero genera empatía y construye una presencia real.

-¿Cuándo surgió la idea de abrir un restaurante?

-La idea que “Casa de campo” funcionara los domingos siempre estuvo presente y muchas veces nos lo pidieron los mismos clientes de los eventos. A partir de la pandemia, como otros lugares de eventos, vimos que nuestra propuesta gastronómica y el lugar a aire libre podían ajustarse muy bien a las recomendaciones sanitarias y protocolos, comenzamos a trabajar -con la Municipalidad de Guaymallén- para lograr la reconversión del rubro. Combinamos lo mejor de un restaurante de campo con un lugar parquizado para quienes buscan una experiencia en contacto con la naturaleza y a pocos kilómetros del centro.

- El mercado reclama “experiencias” como un valor principal, ¿Cómo se diseña el bienestar?

-Creo que está muy ligado al concepto de tranquilidad, de estar bien. Parte de ofrecer una propuesta genuina, del contacto con la naturaleza y de una cocina de campo, amena. En definitiva es un camino transitado mirando al cliente y generando propuestas consustanciadas con nuestro perfil. Esa coherencia entre lo que busca el cliente y lo que ofrecemos sin duda genera esa tranquilidad en nosotros, en nuestro equipo de trabajo y en los que nos eligen.

-¿Y cómo se diseña un negocio?

-No soy un especialista en negocios y sin entrar en conocimientos profundos, como sobre un Plan de Negocios, creo que tener una Visión clara de dónde y cómo queremos que sea nuestro emprendimiento. El diseño debería seguir esa mirada de largo plazo. Creo que hay modelos de “negocio” algo más alejados de la simple transacción económica y mucho más cerca de lo que nos apasiona, de la gente, de lo sustentable y que sin duda son igual o más rentables que el tradicional formato de lucro.

-¿Qué es Distrobox?

-Es un nuevo canal de distribución de alimentos que acerca productos esenciales a distintos eslabones de la cadena de consumo, por un lado a los clientes finales (recibimos pedidos de barrios privados, por ejemplo) y por el otro, a los autoservicios y mayoristas. Trabajamos con productos propios, con artículos de marcas líderes y para otras empresas locales en la distribución de sus productos en el gran Mendoza y zona Este. Además diseñamos diferentes estrategias y propuestas, con nuestros productos, para completar la oferta de los autoservicios que están en su etapa de apertura o bien en una fase de crecimiento o reinvención.

-Hablaste de la cocina de Casa de Campo como una línea bien ensamblada. ¿Qué la hace diferente?

-Desde que comenzó Casa de Campo, inclusive antes de que yo me incorporara, en la idea de Fernanda Pelichone siempre estuvo presente la gastronomía como un eje fundamental a desarrollar, no sólo por el amor a la buena cocina sino por considerarla además una actividad fundamental. Desde ese lugar se buscó una cocina con personalidad dentro de las propuestas de catering para eventos y ese sello distintivo tiene que ver con la cocina a la vista, con los fuegos, con la utilización solo de productos frescos, con una mirada de campo, con una propuesta abundante y a la vez versátil, sabrosa y con profesionales de la cocina que compartan el mismo pensamiento. Creo que eso se logró, que la gente identifica nuestra propuesta, a quienes la llevan a cabo, y eso -no tengo dudas- es una de nuestras fortalezas antes de comenzar. La propuesta de Restaurante de Campo es muy interesante y está muy cerca del centro de la ciudad.

-¿Cuál es el momento más importante a la hora de emprender? ¿por qué?

-No sabría decir cuál es el momento más importante a la hora de emprender, pero sí creo que la Propuesta de valor de un proyecto es crucial porque va a generar un norte y una identidad. Sin propuestas de valor poderosas, enfocadas en satisfacer la demanda del cliente, vamos a ser una mancha más en la piel del tigre.

PERFIL JUAN BOCHACA. Es Licenciado en Gestión y Comunicación Gráfica de la UNCuyo pronto a finalizar un diplomado de marketing digital y redes sociales. Trabajó en Diseño Gráfico desde el 2000, fundó y desarrolló un estudio de comunicación llamado Bochaca/Mejia, especializado en el packaging y comunicación del vino; junto a Fernanda Pelichone -desde 2012- gestiona Casa de campo eventos, salón de fiestas familiares y empresariales. Este año generó una marca y un canal nuevo de distribución llamado Distrobox para atender al público del gran Mendoza y la zona Este. También realiza la logística y distribución de los productos alimentarios que elaboran F. Pelichone y Mariana Sánchez Martin, junto a su Pelichone transformaron Casa de campo en un restaurante de campo para seguir potenciando su marca.

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