“—Cuando somos pequeños, nos convencen de que los monstruos se ocultan bajo la cama o al fondo del armario. Salen por las noches, se mueven en la oscuridad. Tienen cuernos y cuerpo deforme. —Su voz era serena, con ligeras pinceladas de melancolía—. Al crecer descubrimos que estos caminan bajo la luz del sol. Se visten de sonrisas inocentes. Pasean alrededor de nuestras casas…”
Así empieza “Reflejos a media luz: secretos de monstruos”, la novela ganadora del Certamen Literario Vendimia 2022. La autora es Mariana Brito, que detrás de una sonrisa inmensa, voz suave y carita angelical, esconde una mente maestra que construyó una historia atrapante y oscura.
“Quería una historia de suspenso policial, sobre psicópatas” reconoce la autora en diálogo con Los Andes. La pregunta viene sola, ¿por qué? Porque la vida es así, “los seres humanos somos duales, podemos hacer cosas sumamente humanas, simpáticas y bondadosas o cosas sumamente monstruosas y crueles” confiesa Mariana.
La novela de Mar Briper, tal como se conoce en las redes sociales y firma algunas de sus obras, nació hace cuatro años atrás. Ella empezó con una historia en su cabeza, pero en los márgenes de esa narración iba escribiendo fragmentos del pasado de la protagonista. Cuando se dio cuenta, allí había una historia poderosa. No podía dejarla pasar y lo que empezó como un relato conoció su precuela y al final, la novela de Mariana vio la luz.
Mariana tiene 27 años, vive en Guaymallén y es profesora de secundaria y de nivel terciario. En sus redes se define como “Profesora, soñadora, artesana y amante de todas las formas de arte”, además de “esclava voluntaria de sus gatos”.
Su pasión por la escritura nació hace 10 años atrás, por sugerencia de una amiga y le encantó. “Es una forma de viajar a otros mundos, de viajar a otra dimensión, sin moverse de la casa”, reconoce la autora y agrega que “es muy relajante, una forma de terapia”.
Por suerte para todo aquel ávido lector que quiera conocerla, no es celosa de su trabajo. “Me encanta compartir lo que escribo con otras personas para que puedan sentir lo mismo que yo siento”, admite con cierta alegría.
Del certamen literario se enteró casi de casualidad. Un alumno de ella le pidió ayuda para presentar una obra y ella en ese momento se iluminó. “Yo también quiero” pensó y se animó. Esto pasó el año pasado, en la edición anterior.
Decidida volvió a intentarlo y acá está, consagrada como la ganadora en la categoría novela. Entre risas confiesa que no estaba segura de ganar y temía ir con su familia y “hacer el ridículo”. El plan era irse con sus amigas a la montaña. El mensaje más esperado llegó y todo fue alegría para una joven que se encontró saltando de alegría entre cerros y jarilla.
El premio para el ganador de cada categoría es de $100.000, un diploma, la publicación de la obra en papel, el 60% de la tirada total de ejemplares y la producción de la presentación de la obra premiada en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2023.
De todo eso, lo que más entusiasma a Mariana es la posibilidad de tener su libro en las manos. “Es difícil encontrar una editorial dispuesta a publicar a un autor desconocido y esto es el sueño de todo escritor”, reconoce con emoción, la misma que sintió cuando vio su obra lista y terminada.
En ese momento todo fue “Orgullo y alegría. Un poco de aturdimiento también porque era de madrugada. Siempre escribo las escenas más graciosas o más espeluznantes cuando una parte de mi cerebro está dormida”. Con sentido del humor, talentosa e inquieta, esta joven escritora tiene un montón para ofrecer y fiel a la dualidad que ella plantea en su obra, puede conquistarte con una comedia romántica o mantenerte en vilo con la historia más oscura.
El Certamen Vendimia también premió a los siguientes autores y sus obras. En la Categoría Dramaturgia, Osjar Navarro Correa se llevó el premio con su obra “Epitafio”. En la Categoría Cuento, el ganador fue Marcos Martínez, con su obra “El mundo a pedazos”.
En la Categoría Crónica, Enrique Pfaab fue premiado con su obra “Callejón de tierra”; mientras que en Categoría Infanto-Juvenil, el premio fue para Gisela Andrea Lupiáñez, con su obra “Toda la magia del mundo”. En Poesía, Paula Seufferheld ganó con su obra “El pan de la Soledad”.