Terrazas en cada esquina, bares modernos, tiendas de diseño y gran cantidad de neo-bistrós de moda, pintan una primera postal urbana de Burdeos. Aseguran que por allí no hay tiempo para aburrirse, gracias a su bien organizada agenda cultural. Durante todo el año, los visitantes tienen a su alcance exposiciones, conciertos, lecturas, espectáculos y artes callejeros. Otro dato para apuntar es que la llaman la Puerta al Sudoeste. La razón es que desde allí pueden hacerse muchas escapadas increíbles. Entre ellas a Arcachon, Saint-Émilion, La Rochelle, el Périgord o el País Vasco.
Por los barrios
El centro urbano se visita a pie, en tranvía o en bici, con el río Garona indicando el camino. Una de las paradas ineludibles es el barrio de los Chartrons, antiguo feudo de los vendedores de vino devenido en centro de los anticuarios y tiendas de diseño. En tanto tras los plataneros de la extensa Place des Quinconces, el vecindario de los Grands Hommes, con mansiones y el majestuoso Grand Théâtre, recibe a los turistas todos los días.
El Casco antiguo de Burdeos es el paraíso de los bon vivant pues, en sus plazas y callejuelas peatonales, se suceden restaurantes de muy buen nivel en los que sirven todo tipo de delicias locales.
A poca distancia, está Pey Berland y sus 3 monumentos inscriptos en la Unesco: la torre del mismo nombre, un magnífico mirador, la catedral de Saint-André y el Palais Rohan, actual edificio municipal. Al sur, la porte Cailhau y la Grosse Cloche anuncian la llegada al cosmopolita barrio de Saint-Michel. Por último, lo recomendado es conocer la ría derecha, cruzando el puente de piedra: con su exuberante vegetación inspirada en los Jardines botánicos y sus parques urbanos en torno a los muelles. En foco quedan bellas vistas del Port de la Lune y las fachadas monumentales.
Para gastar algunos euros
El turismo de compras tiene lo suyo por aquí. Moda, diseño, galerías, antigüedades, artes de la mesa o recuerdos, la ciudad lo ofrece todo como para que los compradores compulsivos o los fashionistas se sientan muy a gusto. Para una sesión de shopping de lujo, los expertos recomiendan el barrio de Triangle, el elegante Cours de l’Intendance y Allées de Tourny, donde están las tiendas de alta gama. Otra de las calles imperdibles es la Rue Sainte Catherine, con más de 250 negocios y grandes almacenes, como las Galeries Lafayette. Este paseo peatonal de 1,2 km ostenta el título de vía comercial más larga de Europa.
Ahora bien, si la idea es comprar ofertas o cosas baratas habrá que ir a el Quai des Marques, frente a Chartrons, donde están los grandes almacenes con locales que ofrecen productos a precios de fábrica. Otras alternativas económicas son la Rue Bouffard y la Rue Notre-Dame, en Chartrons.
Vinos. . .
Imposible hablar de Burdeos y no referirse al vino. Este año en particular, la nota se la lleva la inauguración de la Cité Du Vin. Levantado río abajo respecto a las agujas del puente de Chaban- Delmas, esta obra arquitectónica exhibe audaces curvas que evocan la redondez del vino que gira en la copa y la cepa nudosa de la vid. Este mentado complejo se distribuye en 10 plantas que brindan una experiencia integral en relación al vino. El paseo puede sintetizarse como un recorrido sensorial y de inmersión que implica un viaje de descubrimiento de las civilizaciones del vino. Tres espacios de cata proponen talleres, entre los que figura un espacio polisensorial, único en su género. Bajo una pantalla de 360°, los juegos de sonidos, luces y aromas invitan a una cata en varias dimensiones.
Desde allí parten excursiones enoturísticas por los viñedos, inclusive, algunas de ellas se hacen en barco surcando las aguas del Garona.
Otro dato digno de mencionar es que en el séptimo piso del complejo funciona un restaurante panorámico con onda futurista. Con cocina moderna y platos regionales tomando como base los sabores del mundo, sólo se trata de escoger el vino adecuado en su carta electrónica y disfrutar. En relación a las rutas vitivinícolas vale decir que hay 6. La Oficina de turismo de Bordeaux Métropole es el punto de partida de varios circuitos como por ejemplo los de iniciación a la cata, los de descubrimiento de los châteaux o los talleres de vendimia, entre otros.
Por las inmediaciones
Algunas de las excursiones por las zonas cercanas más frecuentes son las que llevan al estuario del Gironda, para conocer sus islas secretas y los fuertes de Vauban.
Otros paseos desandan Arcachon y su cuenca: estación balnearia de Belle Epoque y ciudades de interés histórico, duna de Pyla, puertos ostrícolas y Cap-Ferret.
Al norte de Burdeos, la Charente exhibe sus grandes casas de Cognac. Frente al estuario del Gironda, ciudad de arte e historia, mezcla arquitectura moderna Bauhaus y residencias típicas de los años 20.
Finalmente, otro de los paseos más mentados es por el antiguo puerto de La Rochelle, con sus 3 torres monumentales y los portales de su centro histórico. En la costa, las islas de Ré, Aix, Madame y Oléron son las mejor excusa para olvidarse todo en un entorno natural, entre tierra y mar.
Para apuntar
Ópera al medio día. Uno o dos viernes al mes, la Ópera Nacional de Burdeos propone representaciones de 45 minutos, en la suntuosa sala del Grand Théatre, construida durante el reinado de Luis XVI. 10 euros.
Cruceros enológicos. Toman medio día y convocan con aperitivos vitícolas, excursiones guiadas con escalas culturales y cenas sobre el agua.
Artistas. Delacroix, Picasso, Bruegel, Buren, Goya y Jeff Koons se exponen en los museos de la ciudad. Con un programa ecléctico y denso, la oferta cultural es para todos los gustos.
Saketers. Instalado cerca del Hangar 14, el roller skate park de Burdeos es uno de los más grandes de Francia. Rampas, pirámides, paredes, half-pipes y bancos y módulos de hormigón, acero, granito, resina y madera para los apasionados del skate, el patinaje o la bici BMX.
Recomendados
Sacar el City Pass. Con este pase se accede a lugares de interés turístico y al transporte público. Se compra en la oficina de Turismo y sale 26 euros por un día; 33 por dos y 40 por tres.
Tours. Todos los días, a las 10 desde la Oficina de turismo, salen visitas guiadas por la ciudad. (Incluida en el city pass).
Alojamiento. En temporada baja se pueden conseguir hoteles desde los 60 euros.