Las autoridades han comenzado a usar cuatro elefantes en la búsqueda de un niño de dos años de Myanmar que desapareció hace una semana en Tailandia, a la vez que cientos de socorristas peinaban un campo de caña de azúcar tratando de hallar pistas.
Sului Piew, hijo de trabajadores migrantes de Myanmar, desapareció el 17 de diciembre cuando salió a jugar cerca de la plantación de caña de azúcar donde trabajan sus padres.
Los elefantes provienen de una provincia colindante. Laithongrien Meepan, dueño de los elefantes, dijo que los mamíferos podrían ser útiles porque pueden sentir la presencia humana.
"Si encontramos un niño, o perros echados por allí, ellos saben que no los tienen que pisar", dijo. "Los cuidadores de los elefantes pueden divisar desde arriba (donde van montados) y los elefantes levantarán sus trompas para oler".
Nimit Wanchaithanawong, gobernador de la provincia de Suphan Buri dijo que la familia del niño se enteró de la desaparición cuando uno de sus amiguitos contó a sus padres que vio cómo lo secuestraban.
"Abrimos un centro de operaciones de búsqueda cerca del campo y continuaremos la búsqueda a todo vapor", dijo el lunes Nimit, quien está a cargo de las operaciones.
"Ha pasado más de una semana y el niño está muy tierno. Los próximos días será cruciales para todos nosotros".
La búsqueda del menor comenzó oficialmente el miércoles y contó con la participación de cientos de voluntarios, policías y soldados que fueron enviados para revisar la plantación de caña de azúcar de 32 hectáreas (80 acres). Un equipo de buzos también buscó el niño en estanques aledaños.