El sheikh Abdul Rauf Felpete vive en la Patagonia, nació en Argentina y como líder sufí tiene una misión más que importante: llevar por toda América Latina (y algunas regiones de España) esta versión mística y espiritual del Islam que es el sufismo.
Manaña estará en Mendoza para oficiar la ceremonia de Rabbani ("intento pertenecer a mi Señor") y seguir cumpliendo con su objetivo: abrir el sufismo a occidente.
"El actual líder mundial de la orden sufí Naqshabandi Haqqani Rabbani, Mawlana Sheikh Nazim quiso que la orden se abriese y es por eso que yo estoy en el Sur argentino, trasladando el mensaje por todo el continente", indicó el líder argentino.
El sufismo es la rama mística del Islam y sus fieles la definen como una religión que consta de la unidad entre forma y contenido, unión que consideran que muchas veces no se respeta en la mirada y concepción contemporánea de otras religiones.
"La definición más tradicional establece que es la línea más profunda y espiritual del Islam, y que trabaja con todas las herramientas de esa religión apuntando a la extinción del ego. Pero la definición más espiritual del sufismo se puede hacer con una metáfora. El sufismo es como el agua, el contenido, mientras que el Islam es la copa, la forma. La forma de beber el sufismo es el Islam", sintetizó Abdul Rauf en diálogo con Los Andes.
Precisamente es el ego lo que busca combatir esta religión. "El ego es la amenaza para cualquier persona, no sólo para los sufíes. Es el peor enemigo que tenemos adentro. Las guerras, los conflictos, todos los enfrentamientos tienen que ver con el ego, y con lo malcriado que está. No existen las guerras religiosas, son lobos que, aunque se oculten detrás de religiones, no dejan de ser lobos".
"Si pudiésemos cambiar y educar a nuestros hijos de otra forma, todo cambiaría. La violencia se termina con una educación espiritual, con entender que todos somos seres finitos, que somos iguales entre nosotros y no hay superiores, y que las herramientas para cambiar están en nosotros mismos. Hay que enseñarle esas cosas al ser humano", sintetizó el sheikh argentino, aclarando que el sufismo no acepta conflictos.
Historia
Al encontrar su "recipiente" en el islamismo, es una religión Adámica -al igual que el judaísmo y el cristianismo-, que comparte el mismo linaje y los mismos mesías. Sin embargo, desde siempre el sufismo ha sido muy resistido incluso por la misma religión musulmana y sus fieles más ortodoxos.
"Todas las religiones tienen su fase externa y su fase mística, y es ahí donde estamos nosotros. Sabemos que estamos en este mundo de paso. Trabajamos las 24 horas, los 365 días en una religión que nos permite ser siempre los mismos y no ser otros en la intimidad. Siempre hay diferencias entre las partes místicas y externas, en cualquier religión", sintetizó.
A lo largo y ancho de todo el plantea Tierra hay nada más y nada menos que 41 órdenes sufíes, con mayor predominancia en la costa negra de África, Siria y el Líbano. "En países como Irán o Irak, por ejemplo, el Islam extremo es muy fuerte y están ocupados para darle lugar a la mística y la espiritualidad", agregó.
Lo que guía a los fieles de esta religión es lo que ellos denominan el camino del corazón donde -según explicó el sheikh- se encuentra sentada la salvación de la persona.
"El camino del corazón es un camino directo hacia nuestra salvación espiritual. La primera premisa que uno debe seguir es la de aceptar a un maestro, a un líder espiritual. Y entonces surge otra pregunta: ¿qué es un maestro espiritual? Es alguien que tuvo también un maestro. No se iluminó solo, sino que alguien le enseñó lo que tiene que enseñar. Hay que tener en cuenta que todo lo que pasó y pasa en esta tierra llegó a nosotros por alguno de los 124 mil profetas que ha habido en toda la historia", agregó Abdul Rauf.
Justamente en este detalle radica lo que, según la óptica sufí, es fundamental para ser un verdadero líder espiritual: en el linaje.
"No hay más Dios que el único Dios. La gente debe reconocer a todos los profetas para poder estar en paz al momento de su muerte. Los judíos deben reconocer a Jesús, así como también los cristianos tienen que reconocer a Mahoma como profeta. Y los líderes espirituales deben remontarse a cualquiera de esos 124 mil profetas".
"Si no lo hacen, probablemente sean personas nobles, de nombres melosos y rimbombantes, y que hablan lindo. Pero no son maestros. La primera pregunta que se debe hacer a esa persona es quién fue su maestro, para luego preguntar quien fue el maestro de éste y así hasta llegar a alguno de los profetas", indicó sobre la proliferación de los falsos gurúes.
Precisamente la orden Naqshbandi Haqqani (a la que corresponde el sheikh mendocino) mantiene a su maestro espiritual vivo. Se trata de Mawlana Sheikh Nazim Adil, quien tiene 92 años y reside en la isla Chipre. Es el maestro 40 de la cadena dorada, que marca la descendencia desde Mahoma hasta la actualidad.
La visión de la actualidad
Recientemente el líder espiritual argentino participó de una reunión con líderes sufíes de todo el mundo en Damasco. Allí hicieron una lectura contemporánea de la situación mundial en la actualidad y -según las palabras del propio Abdul Rauf- las conclusiones fueron "terribles".
"Como habitantes del planeta tierra estamos esperando que termine esta violencia. Pero la cura que se plantea es la de bombardear un lugar para que no se bombardee otro. Este análisis no cabe ni siquiera en un chico de cuatro años. Lamentablemente el camino de la humanidad está siempre teñido de sangre", lamentó el líder argentino.
Respecto de la espiritualidad por estos días, también destacó que se trata de un panorama desalentador. "La gente busca a través de la psicología respuestas espirituales. ¿Cómo vamos a buscar respuestas del más allá en la mente? El camino espiritual es distinto del psicológico.
Pero por lo general el hombre le teme a ser interior y recurre a la psicología en búsqueda de respuestas. Mente y bolsillo están en este mundo, corazón en lo espiritual", sentenció.
El sufismo, la mirada espiritual del Islam que se propaga por el mundo
Mañana, el sheikh Abdul Rauf Felpete, que nació en nuestro país y vive en la Patagonia, visitará nuestra provincia y presidirá la ceremonia de Rabbani (intento pertenecer a mi Señor).
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