Había que ganar como fuera. El partido ante Sportivo Belgrano para Gimnasia valía casi tanto como uno de los partidos de los ascensos que logró en los últimos años.
Es que era la gran oportunidad de sacar una diferencia con un rival directo, por eso no tenían permitido no fallar.
Los abrazos, los festejos desatados y los nervios eran la muestra clara que ante los cordobeses el Lobo se jugaba más que tres puntos, se jugaba gran parte de su permanencia en la categoría.
Pero la carrera por la permanencia no tiene llanos, es todo subida. Por esa razón es que estos jugadores no deben relajarse, ya que todos los fines de semana se jugará por algo diferente.
Ahora viene otro partido que es tanto o más importante como el que pasó, ya que enfrente tendrá a Unión de Mar del Plata, otro rival al que Gimnasia le sacó diferencia (5 puntos) y que por eso saldrá a ganarle para descontarle.
Luego de sortear el encuentro en Mar del Plata, los muchachos de Omar Labruna recibirán a Los Andes en el Víctor Legrotaglie, un rival duro, ya que está entre los cinco de arriba (es el quinto de la tabla con 50 puntos).
Luego llegará el gran desafío: dos partidos al hilo de visitante, ante Boca Unidos y Atlético Paraná. Allí es donde Gimnasia deberá sacar su hombría y poder cosechar los puntos que perdió durante todo el torneo.
Para los últimos tres partidos, el Lobo tendrá enfrente a un rival como Central Córdoba de Santiago del Estero, quien deberá sumar si es que no quiere llegar a esa instancia con el descenso consumado.
El cierre es de lo más complicado, ya que tendrá que visitar a Ferro y recibirá a Villa Dálmine para cerrar el torneo.
Está claro que si Gimnasia suma los 9 puntos que tiene en su cancha de cara al final, obligará a sus rivales directos a hacer un sprint final casi sin fallas, por eso será vital que los muchachos de Labruna puedan hacerse fuertes en Mendoza y poder conseguir algunos puntos como visitante y así el Lobo dejará de soñar y disfrutará de una temporada más en la B Nacional.
