Sudán del Sur está asolada por "niveles alarmantes" de violencia sexual y una situación humanitaria desesperante, incluso escasez severa de alimentos, en momentos en que trata de poner en práctica el último acuerdo de paz bajo un clima de "desconfianza profunda", advirtieron expertos de la ONU.
Un panel de expertos dijo ante el Consejo de Seguridad que el país más joven del mundo debe de abordar la fragmentación de grupos armados "y graves abusos de derechos humanos, incluso contra niños", sí como el "profundo déficit de confianza" entre casi todos los signatarios del acuerdo de paz de setiembre.
Sin embargo, lo más importante, dijeron, es saber si la aplicación del acuerdo de paz mejorará las vidas de los civiles, muchos de los cuales expresaron a los expertos que eran "profundamente incrédulos y desconfiados del proceso político de alto nivel, que parece cada vez más distanciado de su sufrimiento".
El informe, que cubre un período de 45 días en setiembre y octubre, resalta que la competencia por los recursos naturales de Sudán del Sur –petróleo, oro, carbón y madera– siguen siendo "centrales en el conflicto".
Había altas esperanzas de que Sudán del Sur alcanzara la paz y tuviera estabilidad tras independizarse de su vecino Sudán en 2011, pero sucumbió a la violencia étnica en diciembre de 2013 cuando las fuerzas leales al presidente Salva Kiir, quien es de la etnia dinka, comenzó a combatir contra los simpatizantes de Riek Machar, quien fue su vicepresidente y es de la etnia nauer.