La idea de que los distritos alejados de las urbes son más tranquilos cada vez está más lejana de la realidad. O al menos, eso parece en lo que a inseguridad se refiere.
Mientras el domingo por la noche una familia de Los Corralitos era asaltada, los encargados de una finca de Lavalle corrían la misma suerte.
Ladrones entraron a la finca Ruggeri ubicada sobre ruta 6 del distrito 3 de Mayo donde vive la familia Abeldaño. Se llevaron 20 mil pesos, un lavarropas, una licuadora, entre otros objetos de valor. Luego escaparon; no hay detenidos.
Cuatro días atrás, otra familia de Los Corralitos fue víctima de un grupo de ladrones que entregaron a su casa de calle 2 de Mayo al 7000.
Les robaron 8 mil pesos, un televisor 32 pulgadas, una notebook, celulares, una mochila escolar y el fiambre que la familia tenía en el negocio que instalaron en la vivienda.
El 12 de abril pasado y en ese mismo distrito, un grupo de sujetos ultimó de varios disparos al comerciante Daniel Peñaloza (53) después de un robo a su restaurante ubicado en Tomás Godoy Cruz y Milagros. Como no hay detenidos, se ofrecen 20 mil pesos de recompensa por datos.
Pocos días después, también durante un asalto José Giménez (55) -dueño de la cochería del mismo nombre-, fue baleado en su casa del distrito La Primavera, Guaymallén. Fue el 20 de abril y por las heridas murió tres semanas después. Por este hecho tampoco hay detenidos.
En un hecho más reciente, bajo la modalidad de entradera, ladrones abordaron a un agrónomo que entraba a su casa de Vistalba y le llevaron el vehículo y varios objetos de valor que tenía en la vivienda. Ocurrió el 13 de mayo y tras una persecución, la policía detuvo a los ladrones.