No sólo por el ajuste de tarifas los usuarios de gas natural de Mendoza (excepto Malargüe) deberán afinar el lápiz más que nunca con la llegada del frío.
También tendrán que prestar mucha atención a los ítems incluidos en las facturas de Ecogas y subdistribuidoras de Gas del Sur, ya que el "Fondo Fiduciario" que subsidia el consumo en zonas frías se incrementó fuerte en el último año alcanzando un incremento de más de 2.000%.
Así, el cargo cobrado a los usuarios y con el cual el Estado nacional subvenciona a Malargüe, las provincias patagónicas y la Puna, ya se ubica en $ 0,0956 por metro cúbico consumido de 9.300 kilocalorías en Mendoza, en función de aplicar una alícuota del 2,64%.
Antes del último incremento, a fines de 2017 el ítem, que alcanza tanto al consumo residencial como a los expendedores de combustibles, tomaba un valor unitario de $ 0,004.
“Se aplicó una suba sustancial en el último año. El nuevo criterio implica que las categorías de mayor consumo sean las que más aporten al subsidio”, admitieron fuentes del Enargas, respecto del cargo que, además, empezará a calcularse con una nueva fórmula.
El Fondo Fiduciario para Subsidio del Consumo Residencial (artículo 75 de ley 25.565) empezó a aplicarse como otro ítem en las facturas en 2002, para "compensar las tarifas de región patagónica, Malargüe y la Puna", de modo que las facturas estacionales (otoño-invierno) no superen el 75% del consumo promedio en cada zona.
También apunta a "subsidiar la venta de cilindros, garrafas de GLP, gas propano comercializado a granel" y tiene a Distribuidora de Gas Cuyana (Ecogas) como agente de retención y cobro.
Cómo se calcula el cargo: su impacto
El aumento de más del 2.000% alcanza a la totalidad de los usuarios residenciales. También a los expendedores, que pasan a afrontar un cargo similar (casi $ 0,10 por metro cúbico). De hecho, desde la Federación de Expendedores advirtieron a sus asociados "revisar la facturación de la productora ya que impacta directamente en los conceptos no gravados e IVA".
Pero, además del incremento, la novedad viene de la mano de un cambio en el cálculo del cargo, que asegura una mayor masa de subsidio solventada por los propios usuarios. Hasta ahora surgía de multiplicar los m3 consumidos por $ 0,004, modalidad que sustituye una fórmula.
Según Enargas, desde ahora surge de combinar 2 variables: el consumo del bimestre y el costo por m3 consumido (que depende de la categoría), y multiplicarlo por 2,64%. Con lo cual se refuerza un criterio: quien más gas consuma, más aportará al subsidio.
Así, puede variar de un R 3-1 a un R 3-2, cuyo costo unitario parte del precio del gas en Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), actualmente de $ 3,90, a lo que se suma $ 0,10 en concepto de gas retenido y costo de distribución. Según los últimos cuadros tarifarios, y por categorías, el m3 oscila entre $ 4,84 y $ 7,09. De ahí que el impacto del cobro del subsidio desde ahora será variable.
Un ejemplo ilustrativo es el de Juan, un vecino de Godoy Cruz, que en el lapso de un año pasó de pagar menos de $ 0,30 a casi $ 6 de cargo, equivalente al 2% de lo abonado por los 69 m3 que consumió su familia el último bimestre. En términos de "tarifazo", su factura, para un nivel de demanda prácticamente idéntica, se duplicó en relación a 2017.
Para Liliana, que vive en Villa Nueva y se mantiene en la categoría R3-1 desde hace más de un año, se nota el impacto del cargo en la boleta: de pagar $ 0,50 en 2017, ahora Ecogas le retiene $ 5,66 por los metros cúbicos consumidos en concepto de Fondo Fiduciario.
En definitiva, dado que la relación consumo-subsidio pasa a ser directamente proporcional, se renueva el consejo de una demanda racional de gas. Algo difícil cuando el invierno se avecina.
Reacciones
Se trata de otra medida de política tarifaria que, más allá de cierto carácter solidario para con quienes consumen más gas por razones climáticas, puede considerarse polémica. Es que en tiempos del llamado "sinceramiento tarifario" (recorte de subsidios para llegar a 0 en 2019), el dato no ayuda a calmar los ánimos. Muy por el contrario.
Liliana considera que "es justo que las zonas más frías tengan un tratamiento especial pero no que el resto tenga que soportarlo, cuando todos sufrimos aumentos en las tarifas que han sido muy bruscos y demasiado poco escalonados".
Un condimento más para el ya picante caldo del tratamiento tarifario, que tiene en el Congreso su caja de resonancia. Desde la semana pasada, se tensó aún más la relación con el Gobierno a partir del planteo de diputados y senadores opositores de dar marcha atrás con los últimos ajustes que, luego de un primer fracaso en la Cámara baja, fue a la Comisión de Presupuesto para ser tratado, con la amenaza de veto presidencial a cualquier intento de dar marcha atrás.
En este sentido, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había calificado de inviable e irracional la embestida opositora. "Proponen 100.000 millones de costo fiscal sin plantear de dónde saldrá el dinero", remarcó.