En setiembre del año pasado se habían duplicado los montos de facturación, que desde entonces arrancan en $ 48 mil para la categoría básica, la B. Dos meses después, la AFIP actualizó las cuotas para los monotributistas, que desde el próximo 1 de setiembre volverán a aumentar un 20%, como mínimo, como parte de una avanzada recaudadora que también incluye subas en los aportes previsionales al personal doméstico, en el orden del 60%.
Si bien las anteriores modificaciones habían impactado sobre un universo de 110 mil monotributistas activos, desde la sede central del organismo eludieron cuantificar el número alcanzado por la actualización, bajo el argumento de “que es muy dinámico. El registro cambia mes a mes a raíz de altas y bajas”.
No obstante, las subas muestran que, por ejemplo, la categoría básica (B), correspondiente a una facturación tope de $ 48 mil y con una cuota de $ 342 mensuales, trepó a $ 429. En el otro extremo, la I (hasta $ 400 mil) pasó de $ 1.903 a casi $ 2.000.
A través de la resolución 3653, emitida el lunes 21 de julio, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) también decidió ajustar un 60% los valores para aportes previsionales (salud y jubilación) de los empleadores al personal doméstico.
La medida beneficia como mínimo a 8 mil trabajadores del sector en Mendoza.
A poco de vencido el plazo de regularización, la AFIP da poco respiro a quienes contratan a trabajadores de casas particulares, como así a los dueños de playas de estacionamiento, que recién desde el 1 de enero de 2015 deberán contar obligatoriamente con controlador fiscal y fue recibido con cautela por los operadores como Pablo, propietario de un predio en calle Rioja de Ciudad.
“Me da lo mismo otro tipo de control. El tema es que si implica mayor costo directamente a esta altura hay que trasladárselo a los clientes”.
Así, los valores, para una dedicación horaria de 16 horas semanales o más pasan de $ 146 a $ 233 mensuales para el Sistema Nacional del Seguro de Salud (SNSS) y $ 268 incluida la jubilación, y muy similar para trabajadores de entre 16 y 18 años.
Con una dedicación inferior, la contribución total no supera los $ 59, mientras que en otros casos se lleva de $ 73 a $ 116,50.
El desafío es, para el sindicato que nuclea al sector, Sueda (Sindicato Único de Empleo Doméstico y Afines), reducir el porcentaje de empleo informal, estimado en un 75%.
El índice se redujo con el último plan de regularización pero a criterio del gremio volvió a frenarse.
“La suba de aportes va a favorecer a la gente, porque es uno de los beneficios que acarrea la registración sobre lo que siempre hacemos hincapié. Mientras esperamos la tarjeta y las cuentas sueldo que se anunciaron hace dos meses, estamos trabajando para implementar el bono de sueldo, porque el formulario que emite la AFIP es una constancia que no justifica ingresos. Necesitamos estar en el mercado, ser sujetos de crédito”, señaló Carlos Villalba, secretario general del sindicato.
Para Laura (40), contar con una persona al menos 3 horas al día que la ayude con la limpieza y espere a su hija Malena al llegar de la escuela hasta que ella vuelve del trabajo, es la ventaja que valora desde el inicio de la relación laboral, en 2010. Pero la realidad económica no deja de preocuparla.
“El sistema es bastante bueno, porque ella cuenta con vacaciones, fue mamá dos veces y contó con la licencia que le corresponde y una buena cobertura. Además tengo todo en orden: desde el débito bancario de los aportes hasta la constancia del salario que emite la AFIP. Lo que pasa es que al principio la relación con mis ingresos era del 20% y hoy es bastante más”, reflexiona la mujer.
