El pan, un alimento básico en la dieta de los mendocinos ya cuenta con subas de hasta 20%.
En el eje de los incrementos que se encarecieron, está el trigo y su derivado más conocido: la harina, un insumo vital con un precio que, según la Asociación de Panaderos de Mendoza, crece en forma diaria.
"En lo que va sólo de enero, la cotización de la bolsa de harina se ha disparado un 45%. Hace un mes atrás, la bolsa de 50 kilos costaba $ 90, en tanto que ahora esa misma bolsa la debemos pagar a $ 145", remarcó Marcelo García, de la Asociación de Panaderos de Mendoza.
Para los hombres del sector, la suba del pan tiene gusto a poco. "No solamente la harina se dispara en el precio, tenemos también que agregarle otros insumos de suma importancia como la materia grasa que sube al mismo ritmo que la carne. También tenemos incrementos sobre todo el complejo de margarinas, esencias, levaduras y mantecas. En promedio, esos insumos han tenido subas anuales de 30%", agregó Leonardo Jaime, de El Shopping del Pan.
"La cosecha de trigo ha sido menor y la calidad no es la misma. Cuesta conseguir trigo bueno", afirmó García respecto de los argumentos que dieron los molinos cuando subieron los precios.
El contexto de lluvias abundantes en gran parte de Buenos Aires y el encarecimiento del traslado del trigo provenientes del sur bonaerense a los molinos, son algunas de las razones que impulsan la suba constante de la harina.
"Ellos son los que fijan el precio de la harina en el país. Hay pocos molinos y, por lo tanto, manejan el pulso económico y comercial del mercado", agregó Jaime.
El año pasado el pan y sus derivados registraron dos subas de precio, una a principios de año del orden de 10% y la otra en julio con un 12%, lo que fijó un aumento anual del orden de 22%.
Consumo en descenso
Ayer, y cuando ya estaban rigiendo las subas de 20% para los panificados en el Gran Mendoza, había negocios que aún no trasladaban los incrementos a sus productos pero que afirmaron que iban aplicar las subas en muy breve plazo.
En el caso de panadería Mauri una vendedora del local afirmó que, con subas incluidas no iba a cambiar en demasía la compra de sus clientes. "Con cada aumento, la gente se queja y tal vez si antes compraba medio kilo de pan, ahora se restringe y compra según el dinero que cuente, por ejemplo nos dicen; déme $ 4 de pan, y otros $ 6 de tortitas. Y es igual para otros panificados, la gente compra de acuerdo a la plata que tiene", apuntaron desde panadería Alonso.
En total sintonía, para Jaime la compra según el dinero disponible se repite no sólo en los productos derivados del pan, sino también en fiambres y quesos cortados en rodajas.
"Con cada aumento, la gente come menos. Todos los días comprobamos que el volumen de sus compras no cambian en plata, pero sí en cantidad de mercadería que compran, y esto incluye, obviamente, el pan", agregó Jaime.
En todos las panaderías consultadas afirmaron que el consumidor no puede prescindir de los panificados por ser parte de la comida diaria.
Desde la Asociación de Panaderos, García adelantó que posiblemente lleguen más subas para el pan a fines de marzo o principios de abril.
El directivo remarcó que todos los días los hombres del sector sufren incrementos en la harina. A esta situación agregó la paritaria para el sector de este año. Hechos y subas que, según García y en forma ineludible, serán trasladados a los precios de las panificados en la provincia en el corto plazo.