La Casa de Gobierno vive momentos agitados propios de un cambio de gestión, pero menguados gracias a la continuidad política, ya que muchos asesores y funcionarios de Alfredo Cornejo siguen en sus puestos con Rodolfo Suárez. En los pasillos del edificio de calle Peltier en estos días se ven a empleados moviendo sillas y mobiliario de una oficina a otra, pero en general las caras que se veían hasta el 9 de diciembre son hoy casi las mismas.
Lo qure sí está cambiando es el estilo de gobernar, ya que Suárez trae otra impronta al Ejecutivo: más dialoguista, evidenciada en la reunión de gabinete con la que empezó ayer el día, el primero que lo encontró en su oficina del 4° piso desde que asumió el lunes.
Igualmente, quienes lo conocen dicen que en algo coincide con Cornejo: "Tienen el mismo objetivo: el éxito en cada acción que se propongan".
Pero también reconocen que el ex intendente capitalino será un gobernador más abierto a la negociación con la oposición y a delegar trabajo en sus principales colaboradores. Este es el mayor contraste con su antecesor, más personalista sobre los temas de la agenda diaria y quien consideraba que las reuniones de gabinete poco efectivas. Por eso Cornejo prefería el diálogo directo con sus ministros.
"Hay grandes coincidencias, pero cada uno tiene sus rasgos de estilo bien particulares", analizan figuras políticas que han trabajado con Suárez y con Cornejo. No obstante, remarcan que ambos son "intensos" en la gestión y con "determinación" hacia lo que quieren cumplir.
También sostienen que al tener que llevar adelante una provincia (o antes un municipio), "son grandes escuchadores" aunque "Suárez quizás tiene una apertura más abierta al diálogo, lo que no quiere decir que Cornejo no lo tenga. Lo que pasa es que con 'Rody' hay una devolución y luego se construye; Alfredo hace solo su proceso y luego actúa", remarcan.
Trabajo de equipo
Pero si el nuevo mandatario quería marcar alguna diferencia de estilo con su antecesor lo hizo ni bien entró a la Casa de Gobierno ayer: convocó a las 8.30 a una reunión de gabinete con todos sus ministros. Según pudo reconstruir Los Andes, fue breve, corta y de carácter organizativo, para "conversar temas y algunos trámites que hay que terminar", detallaron las fuentes. Cornejo, en cambio, en su paso por el Ejecutivo trató de evitar estas reuniones. De hecho, un colaborador suyo que lo acompaña hace más de una década aseguró que durante sus 8 años como intendente de Godoy Cruz, "si hizo tres, fueron muchas".
A Suárez -destacaron- "le gustan más, tiene una mirada más tradicional del equipo, de ir construyendo a partir de las ideas que allí se vuelcan".
Quienes lo conocen aseguran que el nuevo gobernador tiene una presencia "más territorial", con "más cercanía" y lo ejemplificaron con los desayunos semanales que realizaba con vecinos de la Capital. También anotan en este perfil su promesa de hacer reuniones periódicas de gabinete en el sur provincial.
En cuanto a la relación con sus funcionarios, aseguran que "deja campo de acción para actuar, pero deben tener una justificación de las acciones porque saben que sin buena información no se toman buenas decisiones".
No obstante, destacaron que tanto él como Cornejo "siguen hasta el final cada uno de los temas que tiene cada ministerio o secretaría. Quizás Suárez delega un poco más y va evaluando resultados; pero Cornejo se pone al día con los avances y los sigue paso a paso".
Hay otra coincidencia que puede pasar desapercibida para muchos pero que marca cómo privilegian estar en círuclos de confianza. En primer lugar, Suárez -como Cornejo- se llevó al despacho de gobernador a su secretaria privada de la Municipalidad. Pero también se ha rodeado de un equipo chico de colaboradores para mantener conversaciones de agenda y de asesoría sobre coyuntura y planes a mediano y largo plazo.
Así como Cornejo tenía a su lado a Andrés 'Peti' Lombardi (actual presidente de la Cámara de Diputados), al subsecretario de Relaciones Institucionales de Seguridad, Néstor Majul; y al senador Diego Costarelli, Suárez ha sentado bien cerca suyo a su sobrino, Santiago Suárez (director de Despacho) y también a Claudio Romano, que tiene a cargo la Coordinación de Gabinete.
A este par de dirigentes del suarismo más "puro" se le irán sumando en los próximos días otros colaboradores de su riñón político para acompañarlo en estos cuatro años de gestión.
Junto a Ulpiano y Marcelino
En su nuevo rol como gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez fue invitado principal en la asunción de dos intendentes del oficialismo provincial.
El primer acto, el martes a la noche, fue el más especial ya que le entregó el mando de la Municipalidad de Capital a su sobrino Ulpiano Suárez, lo que significó su despedida de la comuna que administró durante 5 años (desde 2014). "Estos han sido los mejores años de mi vida", confesó el ahora gobernador en al explanada municipal antes de darle el micrófono a su sucesor.
Ayer, al caer la tarde, participó de la asunción del segundo mandato de Marcelino Iglesias en Guaymallén, junto a dirigentes de la UCR provincial como Julio Cobos y Juan Carlos Jaliff, Andrés Lombardi y otros intendentes del Gran Mendoza. También lo acompañaron dos miembros de su gabinete: Mario Isgró (Infraestructura) y Natalio Mema (Servicios Públicos)