"Gracias en nombre de mi gobierno a quienes compartieron nuestras ideas, un agradecimiento superlativo por haber entendido el mensaje", dijo exultante pasadas las 21.30 el gobernador Alfredo Cornejo en el búnker radical del hotel Aconcagua. Minutos antes había salido, en el suyo del Arena Maipú, el precandidato Omar De Marchi a reconocer el triunfo de Rodolfo Suárez en la interna de Cambia Mendoza. Un triunfo que es del primer mandatario provincial, quien se puso al hombro la campaña antes de las PASO y dejó muy en segundo plano al intendente de Capital.
Anoche, al cierre de esta edición y con menos del 50% de las mesas escrutadas (un escrutinio muy lento que la Junta Electoral deberá explicar), el oficialismo provincial se imponía por casi 15 puntos al frente Elegí Mendoza del PJ, al que Cornejo había elegido como su verdadero "enemigo" en estas elecciones primarias. Es decir, más que la aplastante victoria sobre De Marchi (34% contra 12%), el gobernador celebró con la militancia radical esa diferencia que le sacó al peronismo. Y en medio de los discursos victoriosos recibió en el escenario al lujanino, con quien se fundió en un abrazo.
"Todo nuestro equipo está detrás de Rodolfo (Suárez), agradezco a todos los partidos del Frente y en especial a Omar De Marchi que está aquí", lo presentó Cornejo con una de esas sonrisas que no suele regalar en público.
Obsesivo de los números, el gobernador tenía en mente que superó la performance que su criatura, el Frente Cambia Mendoza, tuvo en las PASO 2015, cuando venció por menos de 5 puntos al peronismo agrupado en el ya extinto Frente para la Victoria.
De Marchi, con las manos vacías
Más allá de que Cornejo compartió el festejo con De Marchi, el líder del Pro local se quedó finalmente sin nada. Solo el triunfo de su candidato en Luján, Sebastián Bragagnolo, sobre el cornejista Martín Kerchner le deparó una sonrisa en un domingo que significó un baño de realidad para quien había apostado todo su capital político a esta elección provincial. Incluso haciendo el esfuerzo de "esconder" su identificación con el presidente Mauricio Macri para no perder votos. Sin embargo, haber quedado muy por debajo del 15% en el escrutinio significa una derrota clara para él y -por elevación- para el propio gobierno nacional, que le había bajado muchos recursos evidenciados en la artillería publicitaria desplegada en la vía pública por el lujanino.
Ese apoyo nacional no bastó para inclinar la balanza contra el aparato radical de los intendentes: los precandidatos de Suárez se terminaron imponiendo en 13 de los 14 departamentos donde compitieron contra los de De Marchi.
El ¿batacazo? de Sagasti
Por el lado del peronismo no hubo tiempo para medir los resultados que le depararon las urnas contra el oficialismo. Es que la reñida interna ocupó a ambos bandos hasta entrada la madrugada de hoy.
Más allá de la diferencia que depare el conteo final, el dato incuestionable es que Anabel Fernández Sagasti pateó el tablero del principal sector opositor de Mendoza.
En una pelea voto a voto con Alejandro Bermejo, la dirigente kirchnerista ganaba al cierre de esta edición por casi 3 puntos (17% contra 14%) y podría entregarle una verdadera ofrenda a su mentora política, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que de esta manera se haría con el primer triunfo electoral de un candidato suyo en el país durante 2019.
Sagasti incluso salió a adjudicarse la victoria contando los votos que consiguió en los departamentos más populosos del Gran Mendoza y de la provincia: Guaymallén y Las Heras. Pero también le ganaba a Bermejo en Capital, Godoy Cruz, Luján, San Martín, Tupungato, Junín, San Carlos, Santa Rosa y La Paz.
Dos candidatos más
Además de Suárez y -posiblemente- Sagasti, los otros dos postulantes a la gobernación que participarán de las generales del 29 de setiembre son, tal como se esperaba, José Luis Ramón y Noelia Barbeito, los únicos del nutrido lote de precandidatos de estas PASO que lograron superar el 3% de votos necesarios que exigen las PASO.
El líder de Protectora, que se había constituido en la gran sorpresa electoral de 2017 cuando logró a una banca de diputado nacional, intentará esta vez pelear por el Ejecutivo, aunque se le anticipa una carrera con obstáculos teniendo en cuenta que rozaba el 8% de los votos, muy lejos de Cambia Mendoza y Elegí. Igualmente, en el búnker de Ramón celebraron los resultados comparándolos con los de las PASO de hace dos años: aquella vez -en la boleta del Partido Intransigente- llegaron al 7,4% y crecieron en las generales hasta el 17%.
Por el lado de la izquierda, Barbeito volverá a participar de una general por la gobernación como en 2015, aunque los resultados de ayer no fueron alentadores para el FIT. Apenas superó el mínimo requerido del 3%, la mitad de lo que había conseguido en las PASO de hace cuatro años. Una señal, quizás, de un fenómeno electoral que ya no es.